Limitar el transporte a partir de las 10 de la mañana y hasta el anochecer cuando se sobrepasen los 30 grados o acotar a 9 horas máximo el viaje si el destino es el matadero son parte de los cambios que propone el nuevo reglamento para la protección de animales durante el transporte. El sector calcula un sobrecoste muy importante, que dispararía el precio de la carne.

Con fecha 7 de diciembre de 2023 se ha hecho pública la propuesta de la Comisión para el Reglamento sobre la protección de los animales durante el transporte y operaciones relacionadas. El sector cárnico español, desde el primer eslabón, los ganaderos, hasta la industria cárnica, pasando por transporte, fabricantes de alimentación animal o productos veterinarios, han remitido a Valentín Almansa, director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, una carta en la que expresan su máxima preocupación por las consecuencias que para el sector puede tener de llevarse a cabo la actual propuesta de Reglamento.

La plataforma, en la que está ASAJA y las Cooperativas Agrarias de España, además de asociaciones sectoriales como Provacuno, Asprovac, Anprogapor, o Conafe entre otros, adjunta un estudio en el que se analiza lo que puede suponer la aplicación de esta normativa para el conjunto del sector de la carne de vacuno español, así como el impacto que puede tener en otros sectores tanto a nivel de producción como de sacrificio.

La localización periférica de España dentro de la UE, las altas temperaturas medias y el elevado tiempo medio de los transportes para vida y sacrificio suponen, en este caso, una clara desventaja competitiva frente a ganaderos, transportistas y mataderos de otros países europeos. También preocupa el impacto sobre el bienestar de los animales que las paradas adicionales pueden generar. Estos hándicaps pueden provocar, de acuerdo con la propuesta, un impacto muy negativo desde el punto de vista económico, de bienestar animal, e incluso medioambiental, tal y como podrá observar en el documento.

Como muestra, una de las medidas que más afectaría, entre otras muchas a España, es limitar la franja horaria de las labores de transporte entre las 21:00 y 10:00 con temperaturas mayores a 30ºC ambientales, lo que llevara a un deterioro no solo del bienestar de los animales, sino de los operarios de toda la cadena, ya que ganaderos, transportistas y mataderos de nuestro país se verían abocados a la realización de labores nocturnas durante gran parte del año. Con el consiguiente incremento de costes, abandono del personal del sector y deterioro de la calidad de vida del personal laboral.

Considerando todos los datos, se estima que el coste de producción ganadera se incrementará de forma considerable (un 10,7% en el caso de vacuno de carne), habrá un incremento directo del coste de transporte y un aumento de las emisiones ambientales. Ante la dificultad de trasladar estos sobrecostes a lo largo de la cadena, se espera una nueva contracción de la producción que se sumaría a la que se está produciendo en los últimos años.

Desde nuestro punto de vista, los sectores ganaderos no pueden asumir un sobrecoste de este calibre, pero, además, las discrepancias observadas por los autores entre los hallazgos y las recomendaciones científicas de la EFSA, y las propuestas de la Comisión, hacen muy difícil que se alcance el objetivo final perseguido por todos, que no es otro que la mejora real del bienestar animal.

Impacto por producciones

Más concretamente, el impacto económico por la aplicación de la propuesta normativa realizada por la Comisión se estima en las siguientes cifras:

Vacuno de cebo

  • Una pérdida del valor total de la producción es de un 17,2%. Esto representa, de acuerdo con los datos de producción de 2022, una pérdida cercana a los 700 millones de euros.
  • Un sobrecoste total en el mantenimiento y el transporte global de los animales de 137 millones de euros.
  • Un gasto en inversión para nuevas instalaciones adecuadas de 976 millones de euros.

Porcino

  • Restricción en la comercialización de animal para sacrificio dentro de la península ibérica y eliminación de las exportaciones.
  • Reducción de la importación de animales vivos, lo que supone una reducción del 7% de animales sacrificados.
  • Incremento de la flota de camiones en un 25%.
  • Desabastecimiento de animales en función de la localización geográfica del matadero.

Ovino-caprino

  • Habría que cambiar un parque móvil obsoleto de las empresas (especializadas y profesionales) por la combinación de ciertas medidas, en especial, con la densidad de carga.
  • Posible interrupción significativa en la producción, el comercio y la industria por la afectación de la viabilidad del modelo de producción, suponiendo una restructuración total de las explotaciones actuales especializadas en el manejo de estos animales, así como la perdida de actividad y de empleos, llegando a la desaparición de ciertos sectores productivos.

Europa es ya garantía de bienestar animal

El sector español recuerda que el Reglamento 1/2005, en vigor actualmente, ya ha elevado los niveles de bienestar animal en el transporte en Europa. En la actualidad somos el espacio económico en el que se aplican los mayores estándares del mundo. Aunque parece que esta norma no se aplica por igual en todos los países europeos, algo que debe corregirse.

“Estamos de acuerdo con la utilización de todos los avances científicos en materia de bienestar animal para desarrollar nuevas normas”, se apunta. No obstante, no todos los trabajos científicos que se publican llegan a las mismas conclusiones en temas esenciales en esta reforma, como son los efectos sobre el bienestar animal de la duración del viaje, de las paradas o la densidad de carga.

Otro fallo es que la propuesta de reforma se centra exclusivamente en los receptores de animales, cuando debería ser semejantes para países importadores y exportadores. Teniendo en cuenta que la mayoría de los países terceros compradores de animales vivos cuentan con un entorno social con menor sensibilidad respecto al bienestar animal, intentar trasladar exigencias europeas a los compradores de países terceros “probablemente llevará a una sustitución de los proveedores europeos por otros mucho más lejanos y con mucha menor sensibilidad, provocando el efecto contrario al perseguido y con la pérdida de unos mercados sobre los que con el tiempo se podría influir”.

Respecto a la propuesta de reducir el número de cargas y descargas de animales, aun estando de acuerdo, el sector productor considera necesario que los tiempos de duración de los viajes sean suficientes para que se puedan realizar los traslados necesarios dentro del conjunto de la geografía española.