Entre los dos últimos planes de abandono y la venta entre particulares del mes de abril, podría dejar el sector un 20% de los ganaderos de leche de Castilla y León.

Hoy día 29 finaliza el plazo para acogerse al plan de abandono de la producción de leche convocado por el Gobierno mediante el Real Decreto 620/2005 que se publicó en el BOE el 28 de mayo. Es el segundo plan de abandono en menos de un año que ha puesto en marcha el Ministerio de Agricultura. Tanto en el de agosto del pasado año como en el que ahora se ha puesto en marcha, se ha llevado a cabo un agresiva campaña incitando a dejar la producción de leche, y en este último caso se está dirigiendo tanto a las explotaciones menos viables de titulares con avanzada edad, como a aquellas otras más competitivas, y todo ello sin que exista una alternativa real a la producción de leche.

ASAJA considera que el Gobierno está haciendo un flaco favor a los ganaderos de leche de Castilla y León empujándolos casi a un abandono masivo de la producción de leche, bien por la oferta de los cupos a la reserva nacional, o bien por la vía de las transferencias a particulares. Y es que además de la campaña agresiva incitando a dejar la actividad, lo que ha provocado casi la estampida de los ganaderos es la incertidumbre que ha creado el Gobierno respecto al valor de las cuotas lecheras en un futuro. Si ahora la cuota lechera tiene un precio de referencia de unos 50 céntimos el kilo (hace unos meses era de unos 63 céntimos), en un futuro es de prever que el importe sea mucho menor al desaparecer el mercado privado de cuotas lecheras y ser el Gobierno el que fije el precio.

Ante esa grave pérdida del patrimonio, muchos ganaderos en esta región han optado por adelantar en uno o varios años sus planes iniciales de dejar de producir leche. Así, mientras en Galicia se están promocionando las pequeñas explotaciones o al menos aquellas de menos de 177.000 kilos de cuota, que están por debajo de la media nacional, en Castilla y León están desapareciendo anticipadamente todas ellas, por el miedo a que el patrimonio que representa la cuota lechera (en la mayoría de los casos comprada a particulares en los últimos años) se vea disminuido o incluso se pierda por completo.

La organización agraria ASAJA se ha manifestado rotundamente en contra del plan lácteo del Gobierno por entender que castiga injustamente a las explotaciones viables, a aquellas que en los últimos años han hecho un gran esfuerzo inversor para cumplir con la legalidad en materia de calidad y de cuotas. A partir de ahora, al estar intervenido en su totalidad por el Gobierno el mercado de cuotas lecheras, las explotaciones sólo podrán crecer lo que marque el Ministerio, atendiendo a criterios que la mayoría de las veces serán más políticos que técnicos, como ha ocurrido esta vez, apoyando el modelo de explotación gallega para dar respuesta a unas elecciones autonómicas.

ASAJA insta al Gobierno a que en vez de jugar con el patrimonio que los ganaderos han ido acumulando a base de sacrificio, intervenga en el mercado para regular los precios, que es el verdadero caballo de batalla de los ganaderos de leche de Castilla y León. “Si este Gobierno quiere ser intervencionista –apunta ASAJA- que lo sea para todo”.