Sin embargo, los cultivadores reciben cada vez menos dinero por su cosecha, entre 0,01 y 0,07 euros por kilogramo

El Índice de Precios al Consumo (IPC) de la alimentación subió un 0,2 por ciento en Castilla y León en el mes de octubre. La inflación acumulada en este sector en lo que va de año se sitúa en el 3,4 por ciento y, en buena medida, la crisis de precios de la patata ha contribuido a este incremento de los precios.

La patata es un artículo clave dentro de la cesta de los alimentos y, una vez más, ASAJA de Castilla y León denuncia los desorbitados márgenes comerciales de las cadenas de distribución, que siguen comercializando las patatas entre 0,60 y 1 euro, frente a lo que cobra el agricultor, que en este momento percibe entre 0,01 y 0,07 euros, en función de la variedad.

Para ASAJA, no tiene ninguna justificación que un artículo que no tiene ningún proceso de transformación y que se presenta en el mercado, como mucho, lavado y en bolsas, tenga unos márgenes comerciales exagerados y abusivos, que no redundan en beneficio ni del productor ni del consumidor.

ASAJA ha repartido ya 31.000 los kilogramos de patatas (12.000 en Salamanca, 10.000 en León y 9.000 en Valladolid) en su campaña de movilizaciones para denunciar la grave situación que atraviesa el sector y para exigir a las administraciones nacional y autonómica que tomen medidas para mejorar la situación de los cultivadores. Escalonar en lo posible la salida de patata al mercado y participar en cooperativas de comercialización son dos de las medidas que la Organización defiende para vertebrar y equilibrar a un sector siempre a merced de subidas y bajadas de precios.

En Castilla y León se han sembrado este año 27.450 hectáreas, frente a las 26.470 de la anterior campaña, y son Valladolid (6.400 hectáreas), Salamanca (6.170) y Burgos (5.000) las que mayor superficie dedican. Le siguen León (3.500), Segovia (2.700), Zamora (1.250), Ávila (1.040), Palencia (1.000) y Soria (390). El cultivador de patata tiene un coste medio por hectárea entre 3.000 y 3.600 euros y la situación actual supone unas pérdidas entre 600 y 1.200 euros por hectárea.

Las reivindicaciones de ASAJA para superar definitivamente las crisis de precios que, con carácter cíclico, afectan al sector, son:

· Que el mercado de la patata esté sujeto a una política agrícola común, como ocurre para otros cultivos (creación de una Organización Común de Mercado).
· Que se establezcan relaciones interprofesionales entre el sector productor y los almacenistas y transformadores para establecer la superficie de siembra y precio de la mercancía.
· Que las administraciones den una solución al problema actual retirando del mercado la producción excedentaria, ayudando al cultivador con los costes de producción.
· Se controlen los abusivos márgenes de los almacenistas, y especialmente los de las grandes superficies donde compra el consumidor final.
· Se dé a los cultivadores de patata un tratamiento fiscal justo, estableciendo módulo cero para el ejercicio fiscal de 2002, y trato similar para los acogidos al régimen de estimación directa. Exención de cuotas a la Seguridad Social.
· Se acometa desde las administraciones una campaña agresiva de fomento del consumo de patatas.
· Que la inminente línea de seguros de “Ingresos en Patatas”, se adapte a las necesidades del sector y esté lo suficientemente subvencionada como para que sea asequible al productor.