Centenares de profesionales del campo de todas las provincias de Castilla y León, escoltados por cuarenta tractores de la zona, se concentraron el pasado lunes 17 de febrero a las puertas de la planta de biocombustibles de Babilafuente (Salamanca), en un acto de protesta convocado de nuevo en unidad de acción por ASAJA y la Alianza Upa-Coag. Hay que destacar el papel fundamental que los grandes operadores ejercen en la configuración de los precios del cereal, ya que, como apuntó Donaciano Dujo, presidente regional de ASAJA, solo Babilafuente demanda cada año 500.000 toneladas, alrededor de la décima parte de todo el grano que se produce en Castilla y León.
La de ayer es la cuarta protesta que ha encabezado ASAJA, en unidad de acción con las organizaciones agrarias, desde el comienzo de este curso agrario: la primera frente a la Delegación del Gobierno en Valladolid, la segunda en Arévalo, frente a Harinera Vilafranquina y Octaviano Palomo, la tercera a las puertas del Ministerio de Agricultura y la última en Babilafuente. De este modo, el sector agrario reclama soluciones tanto de parte de los responsables políticos con capacidad para orientar medidas concretas y propiciar un marco favorable para el agricultor, como de los grandes compradores de cereal (industria harinera, piensos y biocarburante).
Donaciano Dujo agradeció la participación de los agricultores, y en especial de los que acercaron sus tractores a las puertas de la planta de Babilafuente, y señaló que “ASAJA seguirá peleando contra los precios de derribo a los que está sometido el cereal, que está reduciendo campaña a campaña la superficie cultivada y que compromete seriamente el futuro de miles de explotaciones de Castilla y León, principal comunidad autónoma productora de España, en un país como es España, muy deficitario en cereal”.
Los productores de cereal denuncian la crisis económica que sufre el sector, debido, por una parte, al elevado coste de los factores de producción (fertilizantes, semillas, fitosanitarios, energía, etc.), y por otra parte a un mercado devaluado por el efecto de importaciones masivas que los operadores utilizan especulativamente, para poder bajar los precios a las producciones locales. Las organizaciones profesionales agrarias advierten que la situación se agravará como consecuencia del acuerdo UE-MERCOSUR, los aranceles a las importaciones de fertilizantes de Rusia y Bielorrusia y las posibles guerras arancelarias derivadas de la política económica de la nueva administración estadounidense.
Ante esta situación crítica, junto a las reivindicaciones presentadas a las administraciones públicas de medidas en el ámbito de sus competencias, los agricultores también hacemos extensiva la protesta ante los operadores comerciales que con sus prácticas nos colocan en esta situación.
4 reivindicaciones urgentes
Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León, concretó las reivindicaciones de los agricultores en cuatro puntos:
- Precios justos y rentables para el agricultor
- Freno a las importaciones masivas, en especial de cereal ucranio a infra precio, y mismas exigencias que se piden a los productores europeos
- Control del precio del fertilizante, ya disparado, y que puede agravarse por los aranceles a Rusia y Bielorrusia
- Una PAC menos burocrática y medioambientalista, que permita al agricultor producir con libertad



