Después de unas primeras semanas de mercados muy inestables en Castilla y León, todo apunta que las cotizaciones de las lonjas seguirán subiendo en sintonía con el resto de mercados mundiales, y que la cebada acortará distancias respecto al trigo. 

Aunque la semana ha sido más bien bajista en los mercados de futuro de los cereales, no parece que eso se convierta en tendencia, y más porque se confirman los datos de malas cosechas en todos los países exportadores con excepción de América del Norte.

Todos los países exportadores han revisado a la baja sus volúmenes de producción. Las últimas cifras confirman que Europa cerrará la temporada con unas existencias de 12,4 millones de toneladas, lo que supone un 10% menos que la estimación de julio y un 27% menos que la campaña pasada.

En el maíz, afectado por la sequía en una Europa donde la inmensa mayoría de la superficie de este cultivo no es de regadío, tampoco atraviesa un momento de abundancia, por lo que a la vez que caen las existencias se incrementan las importaciones para compensar la menor oferta interior.

Después de unas primeras semanas de mercados muy inestables en Castilla y León, gran región productora, en las que los compradores han cerrado operaciones con los agricultores necesitados de vender rápido, todo apunta que las cotizaciones de las lonjas seguirán subiendo en sintonía con el resto de mercados mundiales, y que la cebada acortará distancias respecto al trigo. Se da por superada la barrera psicológica de los 180 euros por tonelada (en el argot del agricultor 30 pesetas por kilo), y hoy se habla más de 190 euros por tonelada (sobre las 32 antiguas pesetas el kilo). Nadie sabe hasta dónde subirán los precios, pero lo que parece evidente es que este movimiento es real, no especulativo, por lo que no se vislumbra riesgo de bajadas en los próximos meses, que suele ser el miedo de los más prudentes.