LA MINISTRA NARBONA APARCA LAS INFRAESTRUCTURAS Y PROPONE IMPUESTOS POR EL USO DEL AGUA

La organización agraria ASAJA de Castilla y León exige a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que no genere en el sector agrario más dudas e incertidumbres de las que ya hay al proponer establecer un mayor coste, también para el sector agrario y ganadero, del agua utilizada.

ASAJA recuerda a la ministra que Castilla y León, una de las regiones más secas de Europa, tiene que competir en igualdad de condiciones en los mercados agrícolas con otros países de la Unión que tienen pluviometrías mayores y más regulares, consiguiendo con ello producciones más altas con menores costes de producción. La alternativa a una agricultura de secano de cosechas escasas e irregulares, y sin alternativa a los cultivos extensivos, es la agricultura de regadío por la que este Gobierno no está dispuesto a apostar.

Si bien el agua de riego como tal no tiene un precio, como bien sabe la ministra, el regante tiene que pagar al menos el cincuenta por ciento de toda la inversión en obra pública de regadío, una inversión que va desde el embalse o pantano hasta las acequias o tuberías a pie de finca, pasando por los grandes canales de distribución, o la autorización de las inversiones privadas que realizan los agricultores que acometen particularmente las transformaciones de secano a regadío en sus tierras.

Además, se está pagando la totalidad de los gastos generales de las Confederaciones Hidrográficas –incluyendo el sueldo del presidente -, organismos estos dependientes del Ministerio de Medio Ambiente, la totalidad de las obras de mantenimiento y reparación de las infraestructura, y la totalidad de los gastos de las comunidades de regantes. Estos costes por si mismos ya cuestionan la viabilidad de muchos cultivos, por lo que si se suma una tarifa específica de coste de agua, que en definitiva sería un impuesto disuasorio para dejar de ser agricultor, Castilla y León no tendría ningún papel que jugar en el sector agrario.

En Castilla y León la mayoría del agua, por encima del caudal ecológico, no se embalsa sino que se marcha al mar sin hacer uso de ella, por lo que hay que pensar más en una política de inversiones en infraestructuras para almacenarla cuando sobra, que en una política de ahorro imposible a base de impuestos o sanciones.

ASAJA quiere recordar al Gobierno que la no regulación de los ríos además de privarnos del uso del agua cuando hace falta, nos crea problemas de inundaciones en épocas de lluvias, como bien conocen por ejemplo los vecinos de la ribera del Arlanza, o se ha visto la pasada semana en todo el Noroeste de las provincias de Zamora y León.

ASAJA exige a la ministra de Medio Ambiente que ponga en marcha todas las obras previstas en el Plan Hidrológico Nacional que afectan a Castilla y León, tanto en canales de riego como en pantanos, que se ejecute el embalse de Castrovido según su proyecto inicial y que presente un nuevo Plan Nacional de Regadíos para más allá del horizonte 2008, un Plan que tiene que seguir considerando la necesidad tanto de modernizar los regadíos existentes, como de transformar determinadas superficies de secano.