Dados los cambios que se están produciendo en la sociedad en los últimos tiempos, se está hablando cada vez más de un gas con capacidad de producir energía, que se produce de manera natural y que en cierto modo su uso es como el del gas natural. Estamos hablando del biogás o del biometano, en función de las particularidades que tiene cada uno. Y Castilla y León tiene mucho que decir, porque es la primera región de toda España en cuanto a potencial. 

José Javier Alonso Mateos. Ingeniero Agrónomo

El biogás es el combustible gaseoso generado a partir de un proceso de degradación de la materia orgánica en condiciones anaeróbicas, o de ausencia de oxígeno, gracias a la actividad de un conjunto de bacterias denominadas metanogénicas. La producción de éste tiene lugar tanto en vertederos, de manera incontrolada, donde se acumulan mayoritariamente los residuos sólidos urbanos generados en el entorno de los municipios, así como en unas instalaciones conocidas con el nombre de “digestores”, en donde sí que se tiene control de los procesos que en su interior tienen lugar. Es en este tipo de elementos en donde se pueden emplear materiales biomásicos con capacidad de degradación procedentes del sector agrario así como del sector industrial derivado.

Tipos de biomasa

Según la Directiva (UE) 2018/2001 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, se entiende por “biomasa” la fracción biodegradable de los productos, residuos y desechos de origen biológico procedentes de actividades agrarias, incluidas las sustancias de origen vegetal y de origen animal, de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos, incluidos los residuos industriales y municipales de origen biológico.

A la vista de la definición anterior, se está en condiciones de categorizar lo que es biomasa y lo que no lo es, por tanto, se agrupan un conjunto muy heterogéneo de materias primas, con lo que eso implica desde el punto de vista de la versatilidad y de su gestión.

Biometano

En uno de los números anteriores ya se habló de los gases renovables, entendiendo estos como cualquier gas que proceda o se produzca a partir de recursos renovables. Uno de estos gases renovables es precisamente el biometano, el cual se obtiene mediante el empleo de sistemas de depuración de los elementos que se encuentran presentes en el propio biogás. En definitiva, lo que se pretende es concentrar en la corriente de gas el compuesto principal que da capacidad energética al biogás y así asemejarlo a la composición del gas natural, el cual es prácticamente en su totalidad metano.

Como resultado del proceso de digestión anaerobia, también se obtiene lo que se denomina “digestato”, que no deja de ser otra cosa que materia orgánica que no ha sido digerida en el proceso, que tiene que estabilizarse, y para ello se requiere someterla a un proceso de fermentación aeróbica, en presencia de oxígeno, como es el compostaje. El resultado de este es el compost, el cual es un fertilizante orgánico que puede ser empleado en el sector agrario y que posibilita mejorar el contenido orgánico de los suelos y la reducción de fertilizantes químicos a los mismos.

Hoja de Ruta del biogás

El pasado 22 de marzo del año 2022 se aprobó en España la Hoja de Ruta del Biogás, coincidiendo precisamente con una situación bélica entre Rusia y Ucrania que provocó la agudización de tensiones que ya se venían arrastrando en el mercado internacional del gas natural. Éstas ya se iniciaron en el mes de agosto de un año antes. El contexto temporal fue también la antesala de lo que posteriormente desde la Unión Europea se aprobó y publicó (RePowerEU) en cuanto a reducir de una manera importante la absoluta dependencia que Europa tenía del gas natural ruso, sobre todo Alemania.

En el mencionado documento se pone el énfasis de multiplicar en casi por cuatro la producción de biogás actual de cara al año 2030 hasta llegar a los más de 10,4 TWh (teravatios-hora generados, sirva como referencia que en el año 2022 en España se consumieron 364 TWh de gas natural). Dicha valorización de recursos biomásicos posibilitaría la producción de energía eléctrica, calor útil, así como su empleo en el sector del transporte.

Dada la particularidad que tiene la utilización energética de la biomasa desde el punto de vista del ciclo del carbono, con el aprovechamiento de estos recursos, se evitaría la emisión a la atmósfera de más de dos millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono, así como contribuir a la reducción de la dependencia energética, crear actividad empresarial en entornos rurales, etc.

Usos del biometano

Con el biometano ya producido, lo siguiente es tener presente qué hacer con él. Dado que es un compuesto renovable similar al gas natural, pero con la gran diferencia que es de origen renovable, se podría gestionar como si fuera dicho combustible. Es por ello por lo que se podría inyectar en la red de gas natural para aplicaciones como su empleo en el sector del transporte, su aplicación para procesos industriales, su empleo en el sector residencial, su utilización para la producción eléctrica e incluso su almacenamiento energético.

Puesto que la inyección se produciría en los mismos lugares por donde discurre el gas natural, la manera que se tiene a día de hoy de diferenciar el biometano del gas natural convencional es precisamente a través de mecanismos similares a los existentes en la producción eléctrica, que son las garantías de origen. De esta forma se puede identificar en todo momento la procedencia de la utilización energética del combustible empleado.

Situación en Castilla y León

Castilla y León es una región muy extensa, con una actividad agraria y forestal muy potente, así como una industria derivada que también tiene una fuerte presencia. Si a lo anterior se une también la necesidad de contar con actividades industriales que se puedan ubicar en entornos rurales con la finalidad de poder retener y fijar población en los mismos, resulta que no hay necesidad de minusvalorar un sector con unas posibilidades de crecimiento muy importantes.

Es por ello por lo que desde las Administraciones tanto autonómicas, como provinciales y locales, se deberían liderar iniciativas que posibilite el desarrollo de proyectos y el auge de iniciativas empresariales. La colaboración público-privada, por el propio interés general, resulta necesaria.

Conclusiones y valoraciones finales

A la vista de lo recogido anteriormente se está en condiciones de afirmar que la Comunidad de Castilla y León tiene mucho que decir en un sector como el presente en el que se tienen que explorar todas las potencialidades y que va a explotar debido precisamente a las necesidades de descarbonización que tiene nuestra economía a nivel nacional y los compromisos que en materia de cambio climático se cuentan a nivel internacional.

 

Manifiesto #Alianza por el biometano, en el que participa ASAJA nacional: VER

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