En una entrevista concedida a ASAJA, la comisaria de Agricultura la Unión Europea, Mariann Fischer Böel, celebra que la reforma de la Política Agrícola Común animará al sector a “convertirse en empresario, buscar nuevos mercados y ser más competitivos”, ya que, gracias al desacoplamiento total de las ayudas, podrá “centrarse en producir lo que el mercado demanda”.

Una vez más, a los agricultores españoles se les ha escapado el tren, aunque esta vez los responsables tienen nombres y apellidos. En una entrevista concedida a ASAJA, la comisaria de Agricultura la Unión Europea, Mariann Fischer Böel, celebra que la reforma de la Política Agrícola Común animará al sector a “convertirse en empresario, buscar nuevos mercados y ser más competitivos”, ya que, gracias al desacoplamiento total de las ayudas, podrá “centrarse en producir lo que el mercado demanda”.

“El panorama que traza la comisaria de Agricultura que, como dice, es mujer de agricultor y por tanto algo sabrá del tema, se nos antoja idílico”, subraya ASAJA de Castilla y León, que recuerda que nuestros agricultores han quedado excluidos de los aspectos más dulces de la reforma de la PAC por culpa de la obcecación del Ministerio de Agricultura y sus planteamientos simplistas en torno al sostenimiento de la actividad agraria “por decreto”. Un error que el sector ya está empezando a pagar caro, que aún le será más gravoso en próximas campañas, y que además no tiene disculpa porque esta vez el Gobierno sabía de primera mano que los agricultores y ganaderos estaban claramente a favor del desacoplamiento total de las ayudas.

Las palabras de Fischer Böel no pueden ser más claras: “El desacoplamiento de las ayudas bajo la reforma de la PAC significará que los agricultores continuarán recibiendo la ayuda a la renta, pero pueden centrarse en producir lo que el mercado demanda, en lugar de tomar sus decisiones basadas en el nivel de subvención de las ayudas a producciones específicas. Esto ayudará a mejorar el equilibrio sobre los mercados de la mayoría de materias primas”.

En su entrevista con los responsables de ASAJA en Bruselas, Fischer Böel puntualiza que “todavía existe un gran trabajo a realizar, pues la reforma está inacabada”, y recuerda las OCM que están pendientes, la del azúcar “y con toda probabilidad, la de frutas y hortalizas y del vino”. También advierte sobre el peligro de que el “club del 1%” (Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Austria y Suecia, que están a favor de un recorte sobre el techo de aportación por estado miembro, que la Comisión quiere que sea un 1,27%), ya que “si consiguen su objetivo, nuestra política de Desarrollo Rural será la principal perjudicada”.