La organización agraria ASAJA, que participará mañana martes en la reunión del Consejo del Agua de la Cuenca del Duero, que convoca la Confederación Hidrográfica, pedirá que se ejecuten todas las obras del actual Plan Hidrológico como paso previo a una nueva planificación para el periodo 2009 al 2015.

La organización agraria ASAJA, que participará mañana martes en la reunión del Consejo del Agua de la Cuenca del Duero, que convoca la Confederación Hidrográfica, pedirá que se ejecuten todas las obras del actual Plan Hidrológico como paso previo a una nueva planificación para el periodo 2009 al 2015. La elaboración de un nuevo Plan Hidrológico es una exigencia de la Directiva Marco del Agua. ASAJA considera que el nuevo Plan ha de tener entre sus objetivos satisfacer las demandas de agua de los agricultores, algo que pasa por incrementar las disponibilidades del recurso lo que tan sólo es posible con una política decidida de inversión en infraestructuras de almacenamiento y transporte hidráulico.

ASAJA solicitará que para la agricultura no se aplique a partir de 2010, como marca la Directiva Marco, el principio de repercusión de todos los costes en el usuario, ya que ello haría inviable la actividad. No hay que olvidar que ahora el regante paga el cincuenta por ciento de todas las inversiones en embalses y canalizaciones, y la totalidad de los gastos corrientes tanto de la propia Confederación Hidrográfica como de las comunidades de regantes. La Directiva Marco contempla motivos y situaciones por las que se puede no aplicar la repercusión de los costes.

Respecto al “Plan Especial de actuación en situaciones de alerta y eventual sequía de la Cuenca del Duero”, que también se tratará en la reunión del Consejo del Agua, ASAJA lamenta que no se contemple dentro del mismo las medidas tendentes a al aumento de la oferta con actuaciones infraestructurales que lisa y llanamente significa la regulación de los ríos. Una regulación de los ríos que muchas veces soluciona problemas medioambientales graves y soluciona problemas de inundaciones que en las cuencas de muchos ríos son también motivo de alerta en no pocas ocasiones. Las inundaciones, que son tan impredecibles como las sequías, ocasionan en Castilla y León importantes daños en las propiedades rústicas y urbanas, en los cultivos, en las infraestructuras, en los negocios y son una seria amenaza a los núcleos de población.

En el Plan Especial el agricultor es el último en el escalafón a la hora de garantizarle el suministro de agua ante una situación de sequía, pero en ningún caso se le recogen compensaciones por la pérdida de las cosechas, algo que ASAJA reclama. También, en estas situaciones, la Confederación Hidrográfica del Duero ha de exonerar del pago de las tarifas de riego y los cánones de utilización del agua.

En opinión de ASAJA, la Confederación Hidrográfica del Duero se presenta mañana en el Consejo del Agua, que hacía que no se reunía desde el “Pleistoceno”, con un basto documento que adolece de cuestiones concretas y sobre todo que recoge a la perfección la política que está llevando a cabo la ministra Narbona: no invertir en infraestructura hidráulica, ponerle precio político al agua y considerar al agricultor como alguien que esquilma el recurso.