ASAJA de Castilla y León ha calificado de “tomadura de pelo” que la nueva convocatoria del Plan Renove para maquinaria agrícola se dote con un presupuesto tan ridículo que sólo una veintena de tractores vayan a poder beneficiarse de una medida vendida a bombo y platillo por el Ministerio de Agricultura.
Antes de conocer la asignación presupuestaria, ASAJA se había congratulado porque los requisitos de acceso y la cuantía de la ayuda por expediente habían mejorado sustancialmente frente a la anterior convocatoria, en la que las condiciones eran tan absurdas que ni siquiera se cubrió el número de peticiones previstas. Pero estos días, cuando está a punto de publicarse la orden autonómica que regulará la convocatoria, se ha dado a conocer la partida que el Ministerio ha destinado a Castilla y León para el Renove, exactamente 454.600 euros, cuando en 2005 se habían contado con 730.000 euros y en 2006, con 770.000. “Nos rebajan el presupuesto un tercio y, a la vez, prometen casi duplicar la ayuda por tractor, así hace las cuentas Elena Espinosa”, apunta ASAJA, que calcula que cada uno de esos expedientes a los que le toque “la primitiva” del Renove recibirán entorno a 16.000-18.000 euros, en lugar de los 9.000 de las convocatorias anteriores.
La organización agraria recuerda que en Castilla y León se adquieren cada año cerca de 2.500 tractores, con lo que la ayuda sólo llegará al 0,9 por ciento. Un porcentaje que causa más lástima que risa, sobre todo porque se han generado unas falsas expectativas en muchos agricultores pendientes de comprar maquinaria y que llevan varios meses escuchando las bondades del nuevo plan Renove. No hay que olvidar que adquirir un tractor supone una enorme inversión, de alrededor de 60.000 euros, y que la ayuda significaría sufragar en torno a la cuarta parte de este coste.
Lo peor del caso es que también las casas de maquinaria han escuchado estos cantos de sirena y se están frotando las manos con la hipotética subida de ventas. No hay que ignorar que al albor de estos planes Renove se produce una subida paralela de los precios de la maquinaria, ya que todos quieren llevarse un trozo de prometida “tarta” de ayudas. “Así que al final lo que se conseguirá es perjudicar a la inmensa mayoría de los agricultores que se vean obligados a comprar tractores esta campaña, y que tendrán que asumir unos precios aún más desorbitados”, apunta ASAJA.
