El próximo domingo día 9 ASAJA celebrará en Valladolid la primera de las movilizaciones de protesta contra la abusiva política de precios a la baja aplicada por la industria láctea. A esta concentración le seguirá otra el miércoles día 12, y otras más en jornadas sucesivas, hasta que se logre un precio digno para la leche.

El próximo domingo día 9 ASAJA celebrará en Valladolid la primera de las movilizaciones de protesta contra la abusiva política de precios a la baja aplicada por la industria láctea. A esta concentración le seguirá otra el miércoles día 12, y otras más en jornadas sucesivas, hasta que se logre un precio digno para la leche.

El presidente y el secretario general de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo y José Antonio Turrado, acordaron el miércoles en Toral de los Guzmanes (León), con una importante representación de cooperativas lácteas de la Comunidad Autónoma y el resto de OPAs, movilizarse ante la crítica situación en la que se halla este sector, ante la asfixiante y abusiva política de precios a la baja aplicada por la industria.

El calendario de movilizaciones se inicia el próximo domingo día 9 a las 11 horas, en la Feria de Muestras de Valladolid, coincidiendo con la inauguración de Alimentaria por parte del Presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera. A esa primera manifestación le seguirá una segunda en el mismo sitio, el miércoles día 12 a las doce horas del mediodía.

Posteriormente, a través de la Confederación de Cooperativas de España y las OPAS a nivel nacional, se convocará en Madrid una masiva manifestación, cuya fecha de celebración podría ser el próximo 20 ó 25 de marzo.

Por tal motivo, desde ASAJA de Castilla y León hacemos un llamamiento a todos los ganaderos de vacuno de leche, y lo hacemos extensivo al resto de la sociedad, para que nos apoyen en defensa de un precio digno para la leche, respondiendo así a la asfixiante y abusiva política de precios a la baja aplicada por la industria.

Encima de las pérdidas que han tenido que soportar los ganaderos de la región desde que, en diciembre de 2001, las industrias bajaron el precio del litro de leche alrededor de 4 céntimos (unas 7 pesetas), y que suman hasta la fecha 51,5 millones de euros (sobre 8.575 millones de pesetas), ahora pretenden aplicar unilateralmente una nueva bajada de precio, de un céntimo de euro por litro en febrero y cerca de dos céntimos para la leche que se recoja en marzo.

El argumento de la industria –dicen que la distribución les presionan cada vez más para bajar los precios– no tiene peso alguno, ya que la Interprofesional Láctea (que agrupa a productores y fabricantes) ha hecho un seguimiento en los lineales y centros de distribución y ha comprobado que la leche ha dejado de ser utilizada como “producto gancho” para atraer clientes. Ahora mismo, el precio medio del litro de leche está en 0,66 euros (110 pesetas), cuando el ganadero está recibiendo sólo 0,29 euros (48 pesetas).

ASAJA considera que el propósito de las industrias no es otro que conseguir ser rentable a costa del ganadero, en lugar de efectuar una reconversión sensata y moderna de sus sistemas productivos, para poder competir con otros países como Francia. Pero así, presionando al eslabón más débil, el ganadero, lo único que van a conseguir es que en España se deje de producir leche. Algo muy triste, especialmente si tenemos en cuenta que sólo en Castilla y León las cerca de 40.000 granjas existentes en 1986 se han reducido a poco más de 5.000 en el año 2003.

Los umbrales de rentabilidad están siendo rozados por la mayoría de las explotaciones, ya que a las pérdidas por el recorte de diciembre de 2001 hay que sumar el escaso rendimiento que se consigue por la venta de carne, sobre todo de desvieje, ya que a partir de la Encefalopatía Espongiforme Bovina se está vendiendo a un tercio de su precio. Encima, hay que sumar la entrada de leche importada de países como Francia o Portugal, algo que debería estar más controlado por parte de nuestro país.

Por todos estos motivos, ASAJA exige al Gobierno medidas de apoyo a un sector vapuleado desde todos los frentes, y mantendrá las medidas de fuerza hasta que no se ofrezca una respuesta a los ganaderos, que están llegando a una situación desesperada y sin defensa posible ante la todopoderosa industria.