La sectorial de ovino de ASAJA ha adoptado la decisión de rechazar el sistema de identificación electrónica escogido por la Administración central, denominado “bolo ruminal”, porque resulta ser el más caro del mercado, siendo España el único país que pretende implantarlo.

La sectorial de ovino de ASAJA ha adoptado la decisión de rechazar el sistema de identificación electrónica escogido por la Administración central, denominado “bolo ruminal”, porque resulta ser el más caro del mercado, siendo España el único país que pretende implantarlo. Ante el persistente silencio del MAPA frente a las alternativas propuestas por ASAJA, denunciamos esta imposición porque grava la economía de las explotaciones ya que supone un nuevo gasto fijo para las mismas.

El sistema escogido por el MAPA tiene, en opinión de ASAJA, numerosos inconvenientes y ninguna ventaja respecto al resto de opciones. Al quebranto económico para los ganaderos hay que añadir la dificultad que puede suponer implantar este método de identificación electrónica ya que comporta problemas a la hora de su extracción en matadero y su posterior destrucción, sin que hasta el momento el MAPA haya concretado quienes serían los responsables de realizar y supervisar esta función y quién sufragará los gastos ocasionados.

La identificación electrónica mediante “bolo ruminal” consiste en introducir una cápsula de porcelana en el estomago del animal y extraerlo en matadero antes de la comercialización de la carne. Este sistema tiene un coste estimado de entre 20 y 30 euros, frente a otros métodos de identificación como el “crotal” que cuestan 0,08 euros/animal.

ASAJA ha reclamado al ministerio de Agricultura que, en estricto cumplimento de la normativa europea que deja libertad de elección a los Estado miembro para escoger un sistema de identificación, se utilice cualquiera de los métodos por los que han optado el resto de países europeos. No entendemos el empeño del MAPA en esta elección cuando es el sistema mas caro y el mas complejo en su aplicación práctica.

Actualmente, la cabaña ganadera española de ovino está integrada por 22 millones de ovejas, encontrándose todas identificadas, a efectos sanitarios y de explotación, mediante el sistema del crotal. A partir del próximo mes de julio, además, será obligatorio un nuevo crotal, de lectura rápida, y en el año 2008 estos sistemas serán sustituidos por los nuevos sistemas de identificación electrónica que ahora están en discusión. Confiamos en que, disponiendo del tiempo suficiente, el MAPA reconsidere su decisión y opte por la solución mas acertada en beneficio de los productores de ovino.