Un voto de confianza para el nuevo presidente de la CHD, José Carlos Jiménez

Durante su mandato, José Carlos Jiménez tendrá que abrir las puertas de la CHD a los problemas de Castilla y León.

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La dimisión del anterior presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, Carlos Alcón, abrió la baraja de los posibles candidatos a la sucesión. Desde ASAJA habíamos solicitado al Ministerio de Medio Ambiente que no se cometiese el mismo error que con el anterior presidente: esta vez queríamos una persona de Castilla y León, que conociera la agricultura y ganadería de esta comunidad. Un hombre con una amplia trayectoria en la administración y el sector, que fuera consciente de los problemas existentes y estuviera dispuesto a trabajar para solucionarles. Creemos que la persona nombrada por el Gobierno cumple con el perfil que ASAJA había solicitado.

Durante su mandato, José Carlos Jiménez tendrá que abrir las puertas de la CHD a los problemas de Castilla y León. El diálogo con las comunidades de regantes y organizaciones agrarias tiene que ser su principal arma para lograr el consenso a la hora de solucionar los problemas. Una baza importante también la tiene en el resto de instituciones de Castilla y León, sobre todo en la Consejería de Agricultura y Ganadería y la de Medio Ambiente, así como en organismos como SEIASA; los convenios entre estas instituciones servirán para relanzar el Plan Hidrológico Nacional y el Plan Regional de Regadíos, que en estos momentos tan atrasados están para cumplir con el calendario de obras previsto hasta 2008.<o:p></o:p>

Desde ASAJA también solicitamos al nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica que se vuelva a abrir el debate y la petición para que la CHD sea una institución dependiente de la Junta y no del Ministerio de Medio Ambiente, como en estos momentos. Son múltiples los problemas que Castilla y León tiene en este aspecto, todos ellos relacionados con el riego, bien sea la implantación de nuevos regadíos, la mejora de los existentes, o la limpieza de todas las infraestructuras hidráulicas de esta región, un asunto que tanto perjudica al sector en inviernos lluviosos.<o:p></o:p>

Igualmente, José Carlos Jiménez tendrá que tener muy clara la prevalencia de los intereses humanos y agrarios a los de las centrales eléctricas en los desembalses de los pantanos; tendrá que asumir muchas competencias a las que su antecesor no hizo caso. Hay que destacar la necesidad de afrontar con inmediatez problemas que en las últimas fechas han provocado una enorme confrontación social, aunque datan de tiempos anteriores. Nos estamos refiriendo principalmente al conflicto de la cuenca del Carrión, las abusivas tasas de los regantes de León y la precariedad en la que se ven inmersos los acuíferos 13 y 17 de los Arenales, por poner algunos ejemplos.<o:p></o:p>

También tendrá que dar salida a todos los recursos presentados por los agricultores en los años anteriores por las pérdidas acaecidas por los desbordamientos de los ríos, principalmente del año 2001, y aquellas originadas en la presente campaña.<o:p></o:p>

De todos es sabido que el motor de la economía agrícola está en los regadíos y que el motor del desarrollo rural en esta región está en aquellos pueblos con mayor superficie es regable. Y el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero tiene conocimiento suficiente de las trabas burocráticas que esta institución ponía a los planes de mejora o inversiones que los regantes querían acometer en sus explotaciones.<o:p></o:p>

Desde ASAJA solicitamos al presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero que dé nuevos aires a esa institución, que sea el diálogo el que presida su gestión y que ofrezca el máximo apoyo a cuantas solicitudes, cuantos compromisos, cuantas inversiones se quieran realizar en
Castilla y León. Y desde luego, desde este periódico, lo mismo que hoy mostramos nuestra confianza en José Carlos Jiménez, esperamos felicitarle por su labor en este nuevo mandato si las peticiones anteriormente expuestas son bien acogidas, aunque tampoco dudaremos en criticar y exigir soluciones si la CHD prosigue las directrices actuales.