Delgado y Dujo hicieron balance del año marcado por la política agraria, los ataques al sector, los costes y la sequía

Como cada año, al llegar diciembre es hora de hacer balance en ASAJA Salamanca del año que acaba. El presidente, Juan Luis Delgado, señaló que además «de los ataques sufridos por el sector y el ninguneo de los gobiernos que redundan en pérdidas económicas para agricultores y ganaderos», el año que finaliza viene marcado por las directrices de la nueva PAC que ASAJA Salamanca se está encargando de divulgarla «con los criterios más acertados posibles a pesar del desconocimiento absoluto que hay sobre ella».

Delgado manifestó que con esta nueva política agraria van a perder los agricultores porque llega «con menos dinero». «Es un 12 por ciento menos». «Nos han quitado un 30 por ciento al quitar el pago verde», lamentó el presidente provincial en su encuentro ante los medios de comunicación el pasado 14 de diciembre, a la vez que incidió en que esta PAC va a ayudar a «muchos que no son productores reales», «ya que van a ser 700.000 beneficiarios de las ayudas cuando hay 200.000 que son los realmente agricultores profesionales. Con ello, se va a repartir dinero a gente que no va a garantizar la producción alimentaria, que es para lo que realmente deberían estar concebidas estas ayudas». Hizo especial hincapié en las dificultades administrativas y en la complicación del relevo generacional, y criticó que la política agraria tenga una arquitectura «totalmente medioambiental ajena a la producción» que va en contra del objetivo de mantener la vida en el mundo rural para evitar que se siga agrandando la brecha de la despoblación.

Juan Luis Delgado quiso poner de manifiesto los ataques a los que se ha visto sometido el sector por las administraciones y por los políticos. Señaló que la Agenda 2030 que están promoviendo todos los ministerios «va en contra del sector agrario y en contra de los productores». Trabajo, Consumo y Transición Ecológica son ministerios que están condicionando la actividad del campo desde un puntos de vista ideológico «y eso nos va a pasar una grave factura», expresó Delgado. El presidente sacó pecho de los agricultores y recordó que «somos los que alimentamos a la sociedad», un sector que en el año 2021 aportó 100.000 millones de euros a la economía española, un 11 por ciento del PIB del país.

Otro de los aspectos que, según ASAJA Salamanca, ha marcado este año 2022 ha sido la sequía. «No conocimos un año tan malo como este», indicó Delgado, lo que ha repercutido negativamente en la producción de cereal tan importante que hay en la provincia. La pluviometría también ha afectado a la ganadería, que es el principal motor agrario salmantino. Esto ha conllevado pérdidas económicas muy importantes para los profesionales, algo en el que también hizo especial énfasis el presidente, al dejar patente que se está vendiendo por debajo de los costes de producción. Este hecho ha derivado en dos situaciones, la primera que las organizaciones agrarias hayan tenido que luchar por conseguir ayudas para paliar este año tan catastrófico y que en varias ocasiones no hayan tenido más remedio que manifestarse. De este modo recordó la exitosa tractorada celebrada en las calles de la ciudad de Salamanca, las manifestaciones celebradas en ámbito regional y la gran concentración nacional en defensa del campo que colapsó el centro de Madrid y en la que ASAJA Salamanca estuvo representada.

Por último, Juan Luis Delgado dejó patentes los problemas relacionados con la sanidad animal. Felicitó a los ganaderos por trabajar «más que nadie» para acabar con la tuberculosis bovina, «una enfermedad que en Salamanca se nos está complicando erradicar». El resultado del trabajo de los ganaderos no se está viendo y en consecuencia los datos de Salamanca son malos porque «hay un retroceso en contra de lo que ocurre en Castilla y León». Va a haber más restricciones en 2023 desde la Junta de Castilla y León y, según Delgado, «se asumirán como ha hecho siempre el sector ganadero, sin bajar nunca guardia». En este apartado pidió a las administraciones que pongan más de su parte porque hay algo «que al ganadero se le escapa y no puede controlar».

Junto al presidente de ASAJA Salamanca atendió a los medios de comunicación el presidente regional de la organización, Donaciano Dujo, quien se mostró «orgulloso y agradecido» por el trabajo realizado por todos los trabajadores, socios y por el comité ejecutivo de ASAJA Salamanca. Dujo, en la misma linea que Delgado, quiso calificar el año 2022 como «muy malo en cuanto a la producción, catastrófica en cuanto a los costes de producción y con continuos ataques políticos al sector».

Con respecto a la producción, el presidente regional recordó que Castilla y León apenas ha recolectado cinco millones de toneladas de cereal, «un 38 por ciento menos que en la campaña de 2021»; y en ámbito nacional ha sido un año en el que se ha tenido que importar más cereal que aquel que aquí se ha producido. Lamentó que por primera vez en el sector lácteo, tanto vacuno como ovino, se haya bajado la producción, lo que a su juicio supone una mayor dependencia de los mercados exteriores. En cuanto a los costes de producción indicó que la sub¡da de los piensos ha sido de un 50 por ciento, la electricidad se ha disparado y el litro de gasóleo ha pasado de 0,60 euros el litro a 1,50. Recordó que el coste de los fertilizantes y la maquinaria se han incrementado un 40 por ciento, lo mismo que ha ocurrido con los servicios y repuestos lo que ha hecho «inviable» la supervivencia de muchas explotaciones. La situación tan desesperante ha llevado a que se haya sembrado un 25 por ciento menos de cereal en estos últimos meses del año y eso conlleva la rebaja lógica de la producción láctea. «Hemos llegado al punto de que los ganaderos han tenido que sacrificar parte de la cabaña que tenían para alimentar a los que quedan», resaltó enérgicamente Dujo.

El presidente regional de ASAJA insistió en los ataques sufridos desde la política. El primero de ellos, el de la PAC «que potencia la agricultura de sofá», saliendo como comunidad más perjudicada Castilla y León. Se incrementan costes y burocracia, lo que complica la existencia de las explotaciones. «Se llega al ridículo de que en una situación de guerra y escasez de alimentos nos exijan que dejemos zonas sin cosechar», indicó. De la misma manera criticó la persecución al sector de la ministra de Transición Ecológica «que ha puesto alfombra roja al lobo» y reiteró la petición de que el lobo sea considerado especie cinegética no solo al norte del Duero sino en el conjunto de España. Criticó la gestión del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y la presentación del programa hidrológico de la cuenca del Duero porque «no es inversor y no recarga los acuíferos». A juicio de Dujo, la intención que subyace de las políticas del Gobierno es que el agricultor no siembre porque se gasta agua, sin darse cuenta de que ese agua «se transforma en alimentos».

Donaciano Dujo explicó que esta defensa la ha realizado la organización en los despachos y en la calle, y puso como ejemplo de ello las diez manifestaciones convocadas por ASAJA a lo largo de 2022 y prometió más batalla y defensa del agricultor a lo largo del ejercicio 2023.