La organización recoge en un documento 30 propuestas principales que deberían tener en cuenta los gobiernos que se formen tras las elecciones, tanto las nacionales como las que se celebrarán en mayo
Ante el periodo electoral que vive España, en el que tras las elecciones generales del próximo domingo se sucederán en mayo comicios locales, autonómicos y también europeos, ASAJA Castilla y León ha elaborado un documento con las treinta principales propuestas en materia de agricultura, ganadería y medio rural que deberían tener los partidos políticos en sus agendas. Las propuestas recogen prioridades, desde lograr una estabilidad en los precios de los productos, la apuesta por una PAC bien financiada y dirigida al profesional, la incorporación efectiva de jóvenes y mujeres, el desarrollo de regadíos e infraestructuras, un control eficaz de la fauna, que respete ganado y permita un equilibrio sanitario, hasta medidas de apoyo específicas que favorezcan la vida en los pueblos.
Independientemente de cuáles sean los partidos más votados y de cuáles gobiernen finalmente, dado el panorama extraordinariamente abierto del momento político ASAJA considera que el campo necesita que los grandes partidos pacten una estrategia global a largo plazo, que defina las grandes líneas a seguir para garantizar el futuro del sector. “En la agricultura y la ganadería, no se puede cambiar todo cada cuatro años, se trata de proyectos a largo plazo que precisan de estabilidad, y esta estabilidad depende en buena parte de las políticas que se aplican”, subraya Donaciano Dujo, presidente de la organización.
Además, ASAJA, como organización mayoritaria en Castilla y León, una de las autonomías con mayor peso del mundo rural, pide a los responsables políticos que se vuelquen para favorecer el diálogo y entendimiento entre campo y ciudad. La creciente urbanización de nuestras sociedades está dejando de un lado las realidades y necesidades de los habitantes de los pueblos. Sin embargo, no puede funcionar un país si no llega a un equilibrio entre ambos medios, rural y urbano, un equilibrio que tiene que ser fruto del respeto, el diálogo y el acuerdo. Por ello, es fundamental que nuestros representantes políticos estén permanentemente, y no solo durante la campaña electoral, cerca de la agricultura y del mundo rural, “porque si ellos no conocen y comprenden lo que pensamos y vivimos difícilmente podrán tomar decisiones que nos favorezcan”, señala Donaciano Dujo.
DOCUMENTO DE PROPUESTAS DE ASAJA A LOS PARTIDOS POLÍTICOS – ELECCIONES DE PRIMAVERA 2019 (GENERALES, AUTONÓMICAS, LOCALES Y EUROPEAS)
- Precios de los productos agrícolas. Uno de los principales problemas de la agricultura castellana y leonesa es el precio que se percibe por nuestras producciones agrícolas, que en muchas ocasiones no cubren los costes de producción. Somos importantes productores de cereales, leguminosas, girasol y proteaginosas, de los que España es deficitaria, y las fluctuaciones de sus precios impactan directamente cada campaña en el resultado económico de nuestras explotaciones y en las cuentas económicas de la comunidad. En las importaciones de estos productos, como para el resto, debe exigirse los mismos requisitos agronómicos, medioambientales, sociales y garantías sanitarias que los exigidos a nuestros agricultores.
- Precios de la leche de vacuno. Unos precios en torno a los 0,33 euros por litro no son suficientemente remuneradores y distan en unos cinco céntimos de euro de los precios medios que desde el año 2016 rigen en la Unión Europea, diferencia que se mantiene también si nos comparamos con nuestros principales competidores como son Francia y Alemania. Los márgenes tan ajustados están echando del sector a todas las explotaciones de tamaño medio y pequeño, pues únicamente permiten la supervivencia de las que cumplen con los mayores requisitos de dimensión y gestión.
- Precios de la leche de ovino. La leche de ovino se mantiene con precios estancados que, según la calidad, que por otra parte está muy marcada por la estacionalidad, a duras penas sobrepasan los 0,75 euros el litro, cifra que no cubre los costes de producción. Esta situación, continuada en el tiempo, está llevando al abandono de granjas y al rechazo de este sector por parte de los jóvenes que se incorporan.
- Caída de la rentabilidad en el sector remolachero azucarero. ASAJA defiende la figura de los acuerdos interprofesionales de los que el sector remolachero azucarero ha sido pionero. La industria azucarera tiene que convenir con los productores precios remuneradores que se han de compensar con las líneas de ayudas actuales (ayuda directa al cultivo y ayuda agroambiental del PDR). Los precios actuales marcados por una de las empresas que operan en el sector ponen en peligro la continuidad del cultivo y las fábricas azucareras, particularmente las de la empresa Azucarera que hay en la comunidad.
- Falta de compromiso del sector envasador y de la gran distribución para apostar por la legumbre nacional. La comunidad de Castilla y León tiene un gran potencial para producir legumbres, 25.000 hectáreas. Se ha de revisar el importe de la ayuda asociada por ser escasa, aunque el paso más importante ha de llegar de la mano de los almacenistas apostando por la calidad del producto local y la identificación clara en el etiquetado.