Los ataques continúan y se está eludiendo la responsabilidad

Los ataques continúan y se está eludiendo la responsabilidad

 

ASAJA-Salamanca recuerda que siguen produciéndose constantemente ataques de lobo que no se denuncian públicamente y, por tanto, las administraciones no deben olvidarse de la problemática que existe en la provincia de Salamanca. Los ganaderos afectados por esta especie siguen poniéndose en contacto con el personal de ASAJA-Salamanca para transmitir el bucle de desazón en el que se encuentran al comprobar que las medidas de control o son poco efectivas o nulas en la mayoría de los casos.

 

Así, desde ASAJA-Salamanca se hace un llamamiento público ante las autoridades competentes para recordar que es más que necesario poner en práctica dicho control, sobre todo, en las zonas que últimamente se observa más daño en la provincia como la del Abadengo y se recuerda que hace un año se autorizó dicha medida para un ejemplar en dicho territorio. En esta línea, se exige que se cumplan las normas de control prometidas por el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, tales como la utilización de visores nocturnos (de los que, además, a día de hoy aún carece la Patrulla de Control) y, sobre todo, que se ponga en práctica la modalidad de ganchos acompañados por personal autorizado y conocedor del terreno, en sustitución a la modalidad de aguardo o espera que se viene utilizando y que no es efectiva.

 

Además, cabe prestar especial atención a las alarmantes discrepancias existentes entre las peritaciones de las Patrullas de Control y se advierte de que las cantidades de indemnización no son las idóneas para cubrir los trastornos del lobo pues aunque, en la actualidad, la Junta se haga cargo de la franquicia de los seguros privados así como de la indemnización de los animales muertos, no se contempla en su justa medida económica, como tampoco se subsana la pérdida de los animales extraviados, ni los que mueren a los pocos días, ni los abortos producidos, ni los gastos de veterinario, ni se contempla un resarcimiento ante la ansiedad que provoca al resto de animales que dejan de producir, ni se valora la desazón que sufre el ganadero.

 

Desde ASAJA-Salamanca se tiende la mano a la Junta de Castilla y León para actuar conjuntamente ante la problemática pero esta organización profesional considera que no es de recibo que se eluda más la situación.