El 2020 ha supuesto un incremento de superficie asegurada, concretamente, ha alcanzado un 23 % más que la de 2019; lo que supone un total de 7’8 millones de hectáreas en Castilla y León.

Las pólizas también ascendieron respecto al ejercicio de 2019. Se han realizado 416.000, un 5 % más; según los datos de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Los sectores que más incremento han experimentado son los cítricos y los cultivos herbáceos extensivos. La producción asegurada ha alcanzado los 41 millones de toneladas; es decir, un 7 % más que en 2019. El capital asegurado ha marcado un nuevo récord, supera los 15.200 millones de euros, casi 1.000 millones más que el año anterior; o lo que es lo mismo, un 7 % más.

El coste global, en el 2020, ha ascendido a los 794’5 millones de euros, tan sólo un 1 % más que en 2019, cuando se registraban 783’4.

Las subvenciones del Ministerio se han situado en torno a los 237 millones de euros (239 en 2019) y las indemnizaciones por los siniestros han llegado a los 585 millones, algo menos que los 592 del año precedente.

El sistema de seguros agrarios español se configura como un complejo mecanismo de contribución público-privada que contribuye a la estabilidad de las rentas de las explotaciones agrarias, al protegerlas frente a las adversidades climáticas u otros fenómenos naturales.