«Salamanca es la ciudad perfecta para albergar el Congreso Ibero Agrícola del 4 de septiembre»

El presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato, adelanta que el jefe de Estado portugués ya ha confirmado su asistencia y se está a la espera de que lo haga Felipe VI

Verónica González Arroyo | Este año por Salamaq, ASAJA va a dar el do de pecho y el 4 de septiembre celebrará uno de los mayores congresos que se hayan visto antes en la península ibérica. Y es que la organización agraria líder en España, ASAJA, y nuestros vecinos y socios en los tejemanejes del evento, la Confederación de Agricultores de Portugal (CAP), están trabajando codo con codo para otorgar
una jornada profesional que abarcará todos los sectores productivos del campo. Repasamos con el presidente de ASAJA Nacional, Pedro Barato, quien ha sido recientemente reelegido al cargo por otros cuatro años más —y ya van 32— éste y otros temas que preocupan a agricultores y ganaderos.

Pregunta: ¿Por qué se ha apostado por la ciudad de Salamanca para celebrar el Congreso Ibérico Agrícola?
Respuesta: La pregunta sería: ¿y por qué no? Salamanca es una candidata perfecta para albergar este congreso. Su potencial agrícola y ganadero, en primer lugar, y su trayectoria en la celebración de ferias tan importantes como Salamaq, con más de 30 ediciones, le hacen merecedora de esta elección. 

P.: La primera edición fue en Portugal…
R.: El Congreso Ibérico Agrícola, que organizamos en colaboración con nuestra organización homologa en Portugal, la CAP, se celebró el año pasado en Portugal, concretamente en Santarém y la idea es rotar las sedes entre los dos países, alternativamente. Este año hemos
decidido que sea Salamanca la sede elegida. Creo honestamente que este evento que celebraremos el próximo mes de septiembre prestigiará al campo no solo de Salamanca y de Castilla y León, sino también al de toda España.

El congreso del 4 de septiembre prestigiará al campo de Salamanca, al de Castilla y León y al de toda España

P.: ¿Cómo surgió la iniciativa… y nos podría adelantar el programa que se verá en Salamanca?
R.: La iniciativa de celebrar este Congreso parte de la estrecha colaboración que mantenemos en ASAJA con la organización agraria portuguesa, CAP. Se trata de una cita anual con el objetivo de reunir a todos los actores públicos y privados para abordar los temas que afectan al sector agrícola en ambos países. Compartimos muchos intereses comunes y este congreso nos sirve de escenario para ponerlos sobre la mesa. Los asuntos que se tratarán son diversos. Por supuesto, se hablará de agricultura, del Pacto Verde Europeo, de las estrategias “de la Granja ala Mesa” y “biodiversidad”; de las repercusiones de la guerra en Ucrania; de ganadería, de la producción en extensivo, del sector vitivinícola, de la competitividad de los vinos españoles y portugueses… Y, también, de Innovación, de oportunidades, de infraestructuras hidráulicas, de captación de carbono… Para acabar con la presentación del documento estratégico “La visión del sector agroalimentario para la Iberia 2030”.

P.: Se trata pues de un programa ambicioso, ¿Cuándo tendrá lugar?
R.: Es una jornada única, el 4 de septiembre, que tendrá lugar en la Universidad de Salamanca, concretamente en su Paraninfo. Desde su fundación, la Universidad de Salamanca ha sido un lugar de conocimiento y de intercambio de ideas… ¿qué mejor sitio podría haber para celebrar este congreso?

P.: Intercambio de ideas pero con importantes personalidades, pues sabemos que el jefe de Estado Portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, ya ha confirmado su asistencia…
R.: Sí. Estamos también pendientes de las agendas tanto del S.M. el Rey como del presidente Sanchez. Sería muy importante que ambos estuvieran en Salamanca. También contaremos con la asistencia de la ministra de Agricultura de Portugal, María Do Ceu Antunes y con el
ministro Luis Planas.

Juan Luis Delgado es para mí un pilar fundamental y estoy encantado de que esté en el Comité Nacional como vicepresidente

P.: Éste es un acto que quedará para la posteridad dentro de su mandato como presidente nacional de ASAJA, cargo que reafirmó el 9 de julio y en el que incluyó al presidente salmantino, Juan Luis Delgado, en una de sus vicepresidencias…
R.: Efectivamente, en esta nueva etapa, me he propuesto que en Comité Ejecutivo Nacional de ASAJA tengan una buena representación todos los territorios y todos los sectores productivos, tanto agrícolas como ganaderos. Y Castilla y León está muy bien representada con la vicepresidencia de Juan Luis Delgado, y con la vocalía de una mujer joven y muy válida como es Ana Pastor, de ASAJA Soria. Del presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis, solo puedo decir que para mí es un pilar fundamental y estoy encantado de que esté en el Comité Nacional.

Tenemos que lograr que el agricultor vuelva a ser el centro de todo, el motor que permite que el resto de piezas giren

P.: Echando la vista atrás, ¿Cuáles son los logros de los que está más orgulloso?, ¿alguna espinita que se le haya quedado clavada?
R.: Desde el punto de vista interno, indudablemente, la consolidación de ASAJA como organización. Claro que hay momentos de dificultades, en todos estos años sería raro que no los hubiera habido, pero tengo que decir que siempre me he encontrado respaldado por el grueso de los presidente que componen ASAJA y ésta organización es fuerte, está unida y tiene un prestigio, que es lo más importante, para defender los intereses de los agricultores y ganaderos ante los interlocutores regionales, nacionales y europeos.

Estamos valorando ya la posibilidad de llevar a cabo nuevas movilizaciones para el próximo mes de otoño

P.: ¿Por dónde va la ‘política’ de reivindicación de la organización?
R.: Ahora tenemos por delante, importantes retos reivindicaciones. El tema de los precios es esencial si queremos que nuestras explotaciones sean rentables de cara al futuro, pero también es vital el tema del agua, la reordenación y máximo aprovechamiento de
los recursos; la sanidad vegetal y también animal; la innovación; la digitalización… todo ello de la mano de los propios agricultores, no de espaldas a ellos. Con políticas que les ayuden a avanzar, no de cara a la galería como se está haciendo con el tema del despoblamiento.
En política comunitaria, tenemos que lograr que el agricultor vuelva a ser el centro de todo, el motor que permite que el resto de piezas giren. No se pueden diseñar políticas más verdes y sostenibles y hacerlo con menos presupuesto, minusvalorando a los productores. Y si para todo ello tenemos que volver a sacar la reivindicación a las calles pues, que a nadie le quepa duda, que lo haremos. Es más, estamos valorando ya la posibilidad de llevar a cabo movilizaciones en otoño. 

El precio viene impuesto a agricultores y ganaderos y, en las actuales circunstancias con los costes disparados, es una barbaridad

P.: Mucho se ha hablado de la PAC y cada vez hay sorpresas nuevas, como la que supuestamente dejará sin incentivos a las oleaginosas… ¿Qué le parecen los cambios? ¿Qué sectores van a sufrir más las consecuencias?
R.: Es un cambio inexplicable, ya que hasta ahora contábamos con un sistema de ayudas asociadas a las oleaginosas en la PAC, que termina este año. Además, la UE había mostrado su intención de reducir su dependencia del exterior en proteína vegetal. Pero, a última hora, la Comisión saca un estudio que cuestiona la capacidad proteica de los cultivos oleaginosos, como si las harinas y las tortas no se destinaran a alimentar nuestro ganado. Esto es aún más incomprensible cuando, como consecuencia de la escasez de proteínas vegetales para pienso provocada por la paralización de las exportaciones de Ucrania y Rusia, la UE ha autorizado en 2022, y muy probablemente en 2023, que los barbechos y tierras retiradas temporalmente de la producción puedan sembrarse de cultivos que permitan paliar la situación de escasez, entre ellos girasol y colza. La propuesta de pasar importe asignado para este pago asociado dentro del Plan proteico del PEPAC a un incremento de los importes de los valores medios en determinadas regiones no solo no va a lograr el objetivo inicialmente previsto para esta medida, sino que es posible que vaya en la dirección contraria. ASAJA ha pedido formalmente al Ministerio que defienda el carácter proteico de las oleaginosas en el PEPAC, dentro de los pagos asociados ante la Comisión Europa.

P.: Se han hecho muchas manifestaciones… ¿cree que aún hay posibilidad de conseguir algo positivo en la PAC?
R.: Cuando la Comisión Europea apruebe la propuesta del MAPA del Plan Estratégico, posiblemente la mejor noticia sea que tenemos Plan Estratégico. Porque lo que necesitan los agricultores y ganaderos es, ante todo, estabilidad y perspectiva para poder planificar su explotación. Debo decir que las propuestas iniciales eran mucho más lesivas y que gracias a un esfuerzo conjunto se ha podido mejorar algunas cosas. Dicho esto, ésta no es nuestra PAC. No lo es porque impone más obligaciones pero destina menos presupuesto y prima la agricultura improductiva más que la productiva. Es una PAC que mira mucho más al “ecologismo” que a la ecología bien entendida; es una PAC que en vez de promover una producción sostenible, pero dinámica y orientada al mercado, impone restricciones a la producción y frena el avance y desarrollo tecnológico en las explotaciones agrarias. Todo ello para dar satisfacción a determinados colectivos, muy alejados de la realidad agrícola y ganadera. No obstante, seguiremos proponiendo mejoras para la reforma de la PAC, incluso una vez adoptada, ya que es una política dinámica.

Que se intente dar más protección al lobo que a los ganaderos que sufren sus ataques es algo absurdo e irracional

P.: ¿Qué me dice del tema del lobo?
R.: Ese tema es otro sinsentido más de este Gobierno. Que se intente dar más protección al lobo que a los ganaderos que sufren sus ataques es algo absurdo e irracional. Máxime si tenemos en cuenta que el lobo no está en peligro de extinción sino todo lo contrario, se
expande día a día por el territorio. Cuando manda la demagogia y el ecologismo mal entendido, pasan éstas cosas. Pero, nosotros seguiremos dando la batalla en todos los frentes, también en este.

P.: El incesante aumento de los costes de producción y el escaso valor que se le da a los productos, traducido en unos precios al productor por debajo de costes, ¿pueden hacer que muchas explotaciones cierren con esta crisis agroalimentaria? ¿Cuál es la solución?
R.: Creo que la Ley de la Cadena, en sus actuales términos, no va a dar solución al problema de los precios. Habría que hacer referencia a precios en origen de instituciones u organismos independientes para que, tanto la industria como la distribución, no pudieran comprar a los productores por debajo de lo que cuesta producir. Hoy por hoy, el agricultor o el ganadero siguen sin poder poner precio a lo que produce, porque el precio le viene impuesto y eso, en las actuales circunstancias con unos costes de producción disparados, es una barbaridad. Si queremos garantizar que los alimentos lleguen al consumidor, hay seguir avanzado en este terreno y poner solución de una vez por todas.
P.: Necesitamos productos extranjeros para dar respuesta a la demanda, pero ¿Qué ocurre con éstos? ¿Por qué les resulta ‘tan fácil’ competir en España en detrimento de los españoles?
R.: Sencillamente porque estas producciones extranjeras no tienen los condicionantes a la hora de producir que tenemos aquí. Y me refiero a condicionantes de todo tipo: medioambientales, laborales, de limitación de materias permitidas (fertilizantes y fitosanitarios), de normativa productiva restrictiva, de bienestar animal… No podemos exigir a nuestros agricultores y ganaderos que produzcan cumpliendo estrictos requisitos que luego no imponemos a las producciones que vienen de fuera de la UE. Necesitamos las mismas reglas de juego
para competir. Se impone exigir cláusulas espejo para salvaguardar nuestra competitividad.
P.: Imagino que las campañas publicitarias de determinados ministros españoles no ayudan a revertir la situación…
R.: No, desde luego. Lo que está haciendo el ministro de Consumo con el sector agrario no tiene nombre. Ha atacado al consumo de la carne, al del aceite de oliva, al del azúcar… y lo ha hecho sin temblarle la mano, hasta en medios internacionales de prensa. Es inaudito que, desde el mismo Gobierno de un país, se ataque a uno de sus sectores productivos esenciales, como es en este caso, el sector agrícola y ganadero español.
P.: Ante este panorama, ¿Qué les decimos a los agricultores y ganaderos? ¿Y a los jóvenes que se quieran incorporar al campo?
R.: Que siempre que llueve escampa. Los agricultores y ganaderos han demostrado poder resistir y adaptarse a los cambios e incluso a las condiciones más desfavorables. Ahora el momento es complicado, con muchas dificultades y situaciones sobrevenidas pero estoy seguro que nuestro sector agrario aguantará el envite y seguirá haciendo lo que ha hecho siempre: producir alimentos sanos y de calidad para la sociedad a precios competitivos. Para los jóvenes que se están incorporando, toda mi admiración y respeto porque pese a todas las dificultades que encuentran, ellos están demostrando que vienen fuertes, sobradamente preparados y con proyectos muy potentes e innovadores.
P.: Los jóvenes agricultores se quejan de la excesiva burocracia para acceder a las ayudas de Incorporación a la Empresa Agraria. De hecho, muchos dicen que volverían a elegir esta profesión, pero sin solicitar las ayudas. ¿Qué le parece esto?
R.: Me parece que demuestran mucho coraje y que las cosas no se están haciendo bien para ayudarles a emprender. La burocracia, los retrasos en las ayudas, el escaso presupuesto que se destina y las trabas con las que se encuentran son un lastre que debemos eliminar si
queremos que siga habiendo “vocaciones” en este sector, que recordemos, está muy envejecido y que necesita de esos jóvenes con talento para garantizar su futuro.