Noviembre 2021 |QUE SE LE DEDIQUE estas líneas al ministro de Consumo, el señor Garzón, se está haciendo un clásico. Y es que no nos encontraremos a otro que, trabajando tan poco, perjudique a tantos ciudadanos, siempre relacionados con el sector primario, la alimentación. De acuerdo al Real Decreto 139/2020, de 28 de enero, los órganos directivos del Ministerio de Consumo son la Secretaría General de Consumo y Juego. Y se pasó a colocar al que no sabían dónde poner, al señor Garzón. Este ministerio, dotado con un presupuesto de 60 millones de euros para 2021, está empleado en atentar contra los sectores en los que nuestro país es una potencia mundial.

La nueva campaña, llamada ‘Hijos del azúcar’, pretende concienciar a la sociedad para que reduzca la ingesta de azúcar en los niños, niñas y ‘niñes’ —como diría esta gente—. Para ello, prohibirá por ley la publicidad de helados, galletas, chocolates y ‘chuches’.


Es cierto que los niños están un poco más gordos que en otros tiempos. Es cierto que se come más y de todo; gracias a una mejora en la economía de la sociedad y de las familias. Sin embargo, lo que sería más útil es fomentar y publicitar alimentos sanos en vez de prohibir al más puro estilo leninista. Al margen de lo que se coma, el problema no es ése. El problema es el cambio de hábitos de la sociedad en general y, más aún, en los niños, que han pasado de estar corriendo todo el día (fútbol, pilla-pilla, canicas, combas, etc.) a estar postrados delante de un monitor, teléfono móvil o tableta dándole al Fornite, al Minecraft o al Fifa 2020. Los niños están gordos porque no mueven el culo, porque ‘les molan’ los videojuegos. Que sí; que sería bueno que el Ministerio de ‘Consumo y Juego’ hiciese algo al respecto, pero que tenga claro que es más adictiva la PlayStation que la Nocilla o las galletas.


Señor ministro, ¡cuánto beneficio hace a este país cuando descansa! Ya no nos molesta ni que usted cobre un ‘sueldazo’, solo le pedimos que no ‘curre’, porque, cada vez que lo intenta, cada cosa que toca, perjudica nuestra economía; es decir, la del sector productor. Ya que le gusta poner muchos títulos, como el de ‘Hijos del Azúcar’, también puede cambiarle el nombre al Ministerio y ponerle: ‘Ministerio de no Consumas, Juega’.