Donaciano Dujo se lleva el reconocimiento de la organización salmantina

Verónica González Arroyo | Pasaban cinco minutos de las 12 del mediodía, cuando el presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado, dio el pistoletazo de salida a la cita anual con los socios de la organización agraria. Pero no era una reunión cualquiera, se trataba de la XXXI Asamblea General a la que asistieron 150 personas, sin contar con el apoyo de los representantes de las administraciones provinciales y regionales que se acercaron al Hotel Recoletos Coco de la capital salmantina el 16 de marzo de 2022.

Ésta es una de las reuniones más importantes que celebra ASAJA Salamanca ya que es la oportunidad que tienen los socios de la entidad para conocer al dedillo en qué se están empleando sus cuotas, qué se está haciendo de puertas para adentro y, también, qué asuntos y cómo trabaja la organización de puertas para afuera. Tras la lectura del acta de la sesión anterior, la del 7 de abril de 2021, a cargo de la jefa de Comunicación y Prensa, una servidora, que se aprobó por unanimidad de los presentes; el máximo dirigente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado Egido, repasó todos los actos a los que se ha asistido y reuniones de trabajo, tanto en Salamanca como en Valladolid o Madrid, con La Salina, la Junta de Castilla y León o, incluso, con los ministerios pertenecientes al Gobierno de España.

El objetivo de estos grupos de trabajo está bien claro: defender a los profesionales del campo de los ataques que recibe -permítanme la expresión- por todos lados. De hecho, Delgado echó el freno de mano y dio un buen repaso a aquellos que les califican de «contaminadores, maltratadores… o causantes de la muerte de Manolete» -como ya nos ilustró Delgado en uno de sus artículos de opinión en la revista de la entidad Campo Salmantino. Se acordó de la ministra de Transición Ecológica y del de Consumo.

El presidente no dejó pasar la ocasión para mostrar su más sentida solidaridad con los afectados por la invasión rusa en Ucrania y el conflicto bélico que está afectando sobremanera a los habitantes del citado país oriental. Y a las importaciones españolas que dependen de Ucrania para cultivos como el maíz y el trigo. Sin embargo, puso el foco de atención en el incremento de los costes de producción que asfixian a agricultores y ganaderos, a los que se suma «una PAC con demasiados tintes verdes», aseguró. «Verde y morada», añadió Juan Pedro Medina, director general de Política Agraria Comunitaria de la Junta de Castilla y León, en su turno, cuando dio una ponencia casi al final de la cita.

Antes, pasó por sala Manuel Hernández, fiscal de ASAJA Salamanca, para aclarar la memoria de actividades y el resultado económico de 2021 a los socios. Y es que la pela es la pela y las cuentas tienen que cuadrar -tranquilos, de momento, salvamos-. La cita se podría haber quedado aquí, con el discurso del presidente provincial, regional y nacional, y la conferencia de Medina, pero no. Ya les avancé que era una reunión especial. Y lo fue. 

Delgado repasó la vida y trabajo de Donaciano Dujo, presidente de Castilla y León. El motivo: que conociéramos más a un regidor -con 21 años a la espalda a cargo de la Regional- para otorgarle la insignia de oro de ASAJA Salamanca a una persona que siempre está dispuesta a acudir a la llamada de Salamanca para todo lo que se le requiera, el primero que va a las manifestaciones y el primero que se sienta a discutir y a llamar a las cosas por su nombre cuando dialoga -o discute, esto no lo sé a ciencia cierta- con las administraciones. Y Dujo dijo que sí, que vale, que lo aceptaba, pero con condiciones. En realidad, se le notó agradecido, pero desvió su labor -motivo por el que Salamanca le daba este reconocimiento- a la de sus nueve presidentes provinciales y, con especial mención, a la de los trabajadores de ASAJA Castilla y León. «Yo, sin ellos, no soy nada».

La chispa del día, y que arrancó más de una sonrisa a los socios, fue cuando Delgado quiso ponerle la insignia en el ojal de la chaqueta, que lo tenía cerrado a cal y canto. Y es que eso de llevar un ojal abierto que no se va a utilizar, ya no se estila. La insignia se resistía, ya no son de pincho, ahora son más modernas, de las que se cuelgan en una abertura que no existía… Al rescate salió Pedro Barato, nuestro presidente nacional, que les acompañaba en escena y quien pidió al público una navaja y quien, además, se sorprendió de que, entre agricultores y ganaderos, no hubiera ninguno que tuviera. Pero se encontró. Barato le quitó la chaqueta y solucionó el problema. De hecho, ya le han denominado en algún medio de comunicación ‘presidente para todo‘. Y es que así son los tres, presidentes para todo.

Tras la ponencia de Medina, Barato ya habló de cosas serias, porque no todo va a ser cachondeo, y menos cuando las familias agricultoras y ganaderas, se juegan el pan de cada día. Dio las gracias al equipo de ASAJA Salamanca, enumerando a todos los que danzamos por la oficina -porque, hay que reconocerlo, sin mis compañeros no hay ni juego ni partido- y aseguró que «la PAC es una PAC política, en la que muchos de los asistentes saldrán perjudicados. Puso en valor la Ley de la Cadena Alimentaria y avanzó que, por septiembre, en el marco de Salamaq, ASAJA ya está trabajando para preparar el que será el II Congreso del Ibérico, que hace España y Portugal; el anterior, en el país luso; éste, en nuestra ciudad, donde se prevé contar con los jefes de Estado español y portugués.

Los tres presidentes, Delgado, Dujo y Barato insistieron en la importancia de acudir a la manifestación del 20 de marzo en Madrid, para la que se han fletado autobuses gratuitos. «Hay que ir para que dejen de agredir al sector agrario», sentenció Barato, quien añadió que se esperan que acudan unas 200.000 personas. Recordó que, hace un día, el Consejo de Ministros aprobó un decreto con medidas por la sequía que no ha convencido y calificó al Gobierno de tener «buenas intenciones pero pocas soluciones”.

-Ya les avisé de que ésta no era una cita cualquiera y esta crónica tampoco podía serla-