Se recomienda vigilar las parcelas de cereal y leguminosas ante posibles daños por pulgón

Como ya avisó ASAJA Salamanca en anteriores notificaciones de que el pulgón se había comenzado a detectar a finales de marzo en colza; ahora, la Junta de Castilla y León, a través del Observatorio de plagas y enfermedades agrícolas, ha dado la voz de alarma vigilar la presencia de este insecto en los parcelas de cereales de invierno y leguminosas, incluida la alfalfa.

Pulgón en cereal

Especial vigilancia de marzo a junio. Existen varias especies de estos áfidos, ya sea en su forma adulta -de 1 a 3 mm-, o las ninfas -de 0’2 a 1’5 mm-. Aparecen a inicios de la primavera y atacan al tallo, hojas, espiga o grano. Provocan malformaciones, amarillamiento, reducción del peso del grano… Y son, entre otras cosas, transmisores de virus, como el del enanismo de la cebada.

Como medidas preventivas, se deben evitar siembras precoces, evitar un abonado excesivo y favorecer los enemigos naturales de éstos (como las mariquitas, crisopas, sírfidos…).

El uso de productos fitosanitarios se regulará a la normativa vigente. Para el pulgón de la espiga, se podrá utilizar desde el inicio del espigado hasta la floración cuando se observen al menos cinco pulgones en el 50 % de las espigas. Si se observa abundancia de depredadores o de pulgones parasitados puede no ser necesario tratar.

Pulgón en leguminosas

Existe el pulgón verde y el negro, de entre 3 y 4 mm y de 1’5 a 2, respectivamente. Las ninfas de unos 2 mm. En primavera, aparecen las ninfas que dan lugar a las hembras adultas. Los daños que causan puedes ser directos (por picadura y succión de savia; lo que provocaría amarillamientos, pérdidas de brotes…) e indirectos (transmisores de virosis, segregan una melaza que favorece la aparición de hongos).

Se recomienda su vigilancia a mediados de abril y hasta todo el mes de junio. Para la prevención: se debe ajustar la fecha de siembra para que coincida lo mínimo posible con la floración, evitar en lo posible siembras próximas a parcelas plurianuales de trébol o alfalfa, donde inverna y se cobija el pulgón verde. También se puede favorecer la presencia de otros insectos como las mariquitas, crispas, hongos entomopatógenos etc.

El umbral de tratamiento es de 10 a 15 de individuo por tallo al comienzo de la floración. 

Detectada la presencia de pulgón harinoso en parcelas de colza