ASAJA Salamanca y la Asociación de Apicultores Salmantinos celebraron este martes, 19 de febrero, el encuentro anual

ASAJA Salamanca y la Asociación de Apicultores Salmantinos celebraron este martes, 19 de febrero, las IX Jornadas Apícolas con gran afluencia de público. Los temas que preocupan en estos momentos a los profesionales son el riesgo que corren las colmenas por el peligro que supone la vespa velutina. Además, el etiquetado sigue sin ser claro para que los consumidores identifiquen la miel de los sucedáneos. Dos premisas por las que giraron las charlas.

El presidente de los apicultores, Castor Fernández; el presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado; la subdelegada del Gobierno en Salamanca, Encarnación Pérez; y el director de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Junta, Oscar Manuel Sayagués, inauguraron el evento bajo la atenta mirada de una cincuentena de socios.

Potencial de ácido oxálico para la lucha contra la varroa, fue la primera ponencia que desarrolló Miguel Ángel Rodríguez Ramos, director general Santamix Ibérica. Seguidamente, Vespa velutina: aspectos biológicos y estado actual, fue el título de Félix Torres González, profesor especialista del área de Zoología de la Facultad de Biología de la Universidad de Salamanca. Protocolo de actuaciones para la detección, seguimiento y control de la especie exótica invasora vespa velutina en Castilla y León, corrió a cargo de David Cubero Bausela, jefe de Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de la Dirección General del Medio Natural de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Por su parte, Etiquetado de la miel fue la última ponencia, que desarrolló Joaquín Pascual Sánchez, jefe de área de la Subdirección de control y laboratorios alimentarios de la Dirección General de Industria Alimentaria; Ministerio Agricultura, Pesca y Alimentación.

Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León cerró las jornadas con una valoración positiva por la organización a ASAJA Salamanca y lanzando un mensaje de ánimo a los apicultores y reivindicativo para proteger al sector. Aseguró que, «con un precio medio de la miel que debería estar entre 2’65-2’70 euros, se pierde dinero ya que se está pagando a  2’40-2’45 euros». Y que por la miel «se debe superar los tres euros por kilo». Estimó la producción española de miel en 29.000 y la exportación en 24.000 a países como Alemania, Francia, Reino Unido o Italia. Además, aclaró que la importación de sucedáneos de miel o edulcorantes a España alcanzan las 33.000 toneladas, sobre todo de China.

En la convención, se informó de que, con un 50% de la producción salmantina de la cosecha de 2018 aún está sin vender debido a la entrada de sucedáneos de miel por Salamanca -principal productora de Castilla y León-. El presidente de la Asociación de Apicultores, Castor Fernández denunció prácticas que no se detallan en el etiquetado o que llevan a engaño como la miel sirope de arroz y que apenas existen controles en las aduanas.

Por otra parte, Óscar Sayagués declaró la importancia de la apicultura para la biodiversidad y como generador de una economía de 16 millones en Castilla y León, como primera Comunidad en número de apicultores, con 5.100 y tercera en número de colmenas, con 440.000, por detrás de Andalucía y Extremadura. Con datos de Salamanca, se refirió que los apicultores computan con el 62% de las colmenas en la Comunidad y que poseen unas 500 por explotación y 760 son profesionales y no hobbistas. Además informó sobre el Plan Nacional Apícola y la negociación del próximo Programa Nacional Apícola 2020/2022 para que, mediante subvenciones, se luche contra la varroa, enfermedad presente en el 50% de las explotaciones apícolas de la Comunidad.

En cuanto al control de la vespa velutina o avispa asiática, el director aseguró que se mantienen en Castilla y León 147 trampas en 237 ubicaciones estratégicas, «móviles a petición de apicultores» como en Burgos, Palencia, León y la zona zamorana de Sanabria. Aseguró que, a pesar del ejemplar de vespa velutina en 2018 en Aldeanueva del Camino, Cáceres, “aún no se ha visto ningún nido en Salamanca”. Y sobre la encontrada en las cercanías de Amusquillo, Valladolid, afirmó que se trata de uno «aislado».