Tal como venía denunciado ASAJA, se confirma el descontrolado aumento de las poblaciones de topillo campesino, especialmente en Tierra de Campos, aunque también en otras áreas. Por ello, la Consejería de Agricultura ha notificado la alerta a los agricultores, para que hagan seguimiento de la plaga, y también para que tengan en cuenta una serie de recomendaciones.

ASAJA alerta sobre la proliferación de topillos en varias provincias de Castilla y LeónEl programa de vigilancia de las poblaciones de topillo campesino llevado a cabo por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León ha detectado incrementos demográficos primaverales asociados al entorno de Tierra de campos, sin descartar su réplica a otras comarcas.
En previsión de que los factores ambientales puedan resultar favorables para continuar con el desarrollo de las poblaciones, y en función de lo establecido en la Estrategia de gestión integrada de riesgos derivados de la presencia de topillo campesino en Castilla y León, la Comisión de roedores y otros vertebrados ha estimado que se ponga en conocimiento de esta situación a los agricultores y otros responsables de superficies con cubierta vegetal en territorio agrícola, recomendando la vigilancia y la aplicación y seguimiento de las recomendaciones estivales de manejo emitidas al efecto.

Tras la cosecha
1. Retirar con inmediatez pacas, balas, cordones de paja o forraje del interior de las parcelas.
2. Remoción precoz (laboreo) del rastrojo cuando las condiciones del suelo lo permitan. Repetir la operación (pases más someros) cuando se observen colonias remanentes o nuevas hasta el momento de la siembra. Si bien es recomendable el laboreo a la mayor profundidad posible, preferible con volteo, cualquier remoción del terreno, por ligera que sea, presenta un resultado favorable. En parcelas de siembra directa realizar al menos un pase con chísel o descompactador.

De cara a la siguiente campaña, prever la posibilidad de retrasar al máximo la siembra en función de lo que permita el cultivo y la variedad del mismo considerada. En cualquier caso, NO plantear siembra directa tras alfalfa, cultivos herbáceos plurianuales, barbecho o pasto, ni en rastrojeras colonizadas.

Reservorios, forrajes, alfalfas
o Incrementar al máximo la frecuencia de los cortes, dejando la cubierta vegetal lo más superficial posible, reduciendo así el alimento y la protección frente a depredadores. Retirar inmediatamente el forraje de la parcela.
o Establecer bandas de seguridad (5 a 10 metros de ancho, mediante remoción de tierra), en los bordes interiores de las parcelas, para dificultar la migración desde los reservorios.
o En casos de grados de colonización altos, o se observe migración de topillo a las parcelas colindantes, el propietario establecerá los mecanismos necesarios para levantar la parcela.

Manejo del riego
o •Cuando se observe colonización de topillo, considerar la viabilidad de provocar un anegamiento total temporal de la parcela.
o •Incrementar al máximo la frecuencia de los riegos provocando un ambiente disuasorio para la colonización en el interior de las parcelas.
o •Retirar los tubos de riego cuando no sean necesarios.
Control biológico
Donde sea posible, facilitar e intensificar el pastoreo en rastrojos, zonas no cultivadas y baldíos. También, fomentar y facilitar la presencia de depredadores del topillo (cigüeñas, rapaces, zorros, etc.).

PARA TITULARES O RESPONSABLES DE OTRAS SUPERFICIES CON CUBIERTA VEGETAL: VÍAS DE DISPERSIÓN (Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, Confederaciones Hidrográficas, así como otras entidades y Administraciones propietarias o gestoras de terreno):
Se incluyen en este apartado cunetas de caminos, regatos, desagües, linderos herbáceos entre parcelas, zonas adyacentes a infraestructuras de comunicación e hidráulicas, zonas de policía de los cauces de agua y entidades similares.
Una vez los agricultores hayan cosechado la mayor parte de las parcelas de la zona, planificar la limpieza de la cubierta herbácea mediante pastoreo, desbroce u otros medios, evitando que se acumulen en superficie los restos vegetales producidos, respetando cualquier elemento leñoso y refugio natural de los depredadores que pudiera estar presentes (estableciendo una banda de seguridad alrededor de 5 metros).

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