La alarma limita los trabajos de cosecha y empacado especialmente en las franjas cercanas a montes

La Junta de Castilla y León ha declarado alarma de riesgo de incendios forestales por causas meteorológicas los días 30 y 31 de julio, y alerta el 1 de agosto. Las altas temperaturas se verán acompañadas de un incremento del viento, probabilidad de tormentas con poca precipitación y alta inestabilidad atmosférica. Además, este año por el gran desarrollo de la vegetación herbácea, ya totalmente agostada, estas situaciones se pueden complicar.

Estos factores incrementan la probabilidad de ignición y la velocidad de propagación por viento de los incendios que se inicien, en especial en las horas centrales del día y primeras horas de la tarde.

Ante esta situación, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente declara, por Resolución del Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal, la situación de alarma meteorológica los días 30 y 31 de julio y de alerta, el 1 de agosto.

Así, en las comarcas que siguen realizándose la cosecha del cereal y el empacado de paja, se prohíben estas labores los días 30 y 31 de julio en el monte y en la franja periférica de 400 metros.

El 1 de agosto se reduce levemente el riesgo, pasando a una situación de alerta, donde la anterior prohibición solo tendría efecto si se superan los 30ºC y vientos de más de 30 kilómetros por hora simultáneamente.

No obstante, con las elevadas temperaturas y fuerte sequedad ambiental, sumadas a gran desarrollo de vegetación herbácea, se recomienda suspender las labores no urgentes y si se trabaja fuera de las condiciones antes descritas, mantener la máxima precaución y tener a mano los medios de extinción y el personal suficientes para controlar los posibles incendios que se puedan originar como consecuencia de la labor.

Durante estos días se solicita a la población que extreme aún más las precauciones y avise inmediatamente a través del 112 de la existencia de posibles incendios forestales.

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