En el Día Internacional de las Legumbres, instaurado para recordar su importancia agronómica y alimenticia, ASAJA quiere defender el potencial de las legumbres en Castilla y León y reclama precios que valoren la calidad autóctona frente a las importaciones masivas, que muchas veces llegan al consumidor con un etiquetado confuso para pasar como españolas.

Siembra de garbanzos. Foto José Félix

Para ASAJA es esencial reforzar el canal de venta de las legumbres de Castilla y León, una de las principales comunidades productoras de España, con un producto de calidad extraordinaria que en parte se vende amparado por sellos de calidad y otra parte sin esta protección. El agricultor no siente recompensado su trabajo, ya que le obligan a competir con precios a la baja forzados por la entrada de legumbre de países terceros, sin las características ni calidad de los autóctonos.

ASAJA considera que es fundamental el compromiso de las administraciones para impulsar la legumbre local, justo en este momento, en el que la superficie de siembra se ha incrementado notablemente desde la entrada en vigor en 2023 de la última PAC, que obliga a rotar con cultivos mejorantes como es el caso de la legumbre si el agricultor suscribe el ecoesquema de rotación de cultivos.

Según reflejan los datos de superficie, en 2023 y en 2024 se sembraron más del doble de hectáreas de legumbres de consumo humano que en los años anteriores. La subida se da en todas las legumbres, pero es especialmente notable en el caso del garbanzo, que casi ha cuatriplicado su superficie.

 

Evolución superficie leguminosas consumo humano en Castilla y León por cultivos (ha)

 

 

2020

2021

2022

2023

2024

Judías secas

4.783

4.874

3.660

4.860

5.759

Lentejas

8.833

10.247

11.614

13.119

12.003

Garbanzos

8.388

8.529

8.118

19.886

30.349

Total

22.004

23.650

23.392

37.865

48.111

 

Por provincias, las mayores superficies de legumbres para consumo humano (garbanzo, judía seca, lenteja) están en Valladolid (16.088 hectáreas), León (7.971) Salamanca (5.965) y Zamora (4.294), aunque se han incrementado las hectáreas también en el resto: Burgos (4.074), Palencia (3.826), Segovia (2.188), Ávila (1.978), y Soria (1.780). Además del cumplimiento de la normativa europea, en las elecciones de los agricultores pesa también la idoneidad de los terrenos y la tradición en el cultivo: así, la judía tiene su mayor implantación en León, las lentejas en Valladolid y el garbanzo en Valladolid, Salamanca y Zamora.

Hay que destacar que igualmente en estos dos últimos años ha habido un incremento de superficie de leguminosas para uso animal (guisantes secos, vezas, yeros…). En este caso hay que mencionar que la elección del cultivo también ha estado determinada por la disponibilidad y precio de la semilla, que ante la demanda creciente se disparó. Respecto a las producciones, en 2023 la sequía golpeó seriamente los rendimientos, y la última campaña 2024 han mejorado, sin ser buenos.

Un resultado empañado por la caída del precio que percibe el agricultor, que es la clave para que haya continuidad en este avance de la superficie en Castilla y León. ASAJA recuerda que “tanto nuestro país como la UE son importadores netos de leguminosas grano, por lo que el potencial productivo de nuestra comunidad autónoma debe fortalecerse garantizando mejores precios que aseguren la rentabilidad al agricultor”.

Fuente: ASAJA Castilla y León