“El representante de la cámara agrícola de Salamanca dice que los agricultores no pretenden la defensa de sus intereses en perjuicio de los ajenos. Entiende que en España hay producción suficiente trigo para cubrir las necesidades de la nación, y califica imprudente tomar medidas en el mes de febrero, cuando escasea el trigo, pues lo procedente sería en junio. Añade que para fijar el precio del trigo es preciso tener en cuenta además los gastos de producción, un tanto por ciento de ganancia por ser justo que el productor venda a precios de remuneradores… Se dirige al representante obrero y le dice que sí los precios altos molestan a los obreros de Madrid, en cambio favorecen a los del campo, que son muchos más. El representante de Soria, conde de la Puebla de Valverde, cree interpretar el sentir de los agricultores al considerar que el sistema de tasas es contrario a lo que pretende con su implantación. El representante de Huesca señala que el problema del pan está mal planteado, porque no existe tal problema. Se presentan varias piezas de pan elaborado en Madrid y Barcelona deduciendo que por el precio que tienen señalado se cotizan con exceso considerando considerable al precio del trigo, resultando así perjudicada la agricultura sin beneficio para el consumidor. El Sr. Garrido dice que si a los agricultores se les pregunta si hay trigo suficiente para consumo nacional, tienen que contestar que no lo saben y si se teme que falte trigo están dispuestos a facilidades para que se abra la frontera y entre el necesario. Las conclusiones aprobadas son las siguientes: La asamblea ni ha pedido, ni quiere, ni cree conveniente para la agricultura nacional la ley de prohibición importación de trigo extranjero; En consecuencia, no ve ningún inconveniente en que la iniciativa particular pueda importar trigo del extranjero, siempre que se apliquen a esta importación los derechos arancelarios vigentes; En el caso de que se creyera necesario por el Poder Público rebajar los derechos arancelarios del trigo, que se haga lo mismo con las demás partidas del arancel.”
Reunión de la Junta Central de Abastos y de los Agricultores. Diario Palentino, 21 febrero 1925.