Mariano Robles. Ganadero de Ávila

Este ganadero y alcalde de Papatrigo (Ávila) se introdujo en el mundo de la agricultura y ganadería hace tan sólo diez años, para continuar con una explotación familiar tras la jubilación de su padre y de su tío.

Este ganadero y alcalde de Papatrigo (Ávila) se introdujo en el mundo de la agricultura y ganadería hace tan sólo diez años, para continuar con una explotación familiar tras la jubilación de su padre y de su tío. Antes de llegar al campo su vida cambió drásticamente puesto que era un empleado más de una de tantas empresas de seguridad. Ahora, ya en su pueblo, con cuarenta años a sus espaldas y dos experiencias laborales, Mariano mira al pasado con nostalgia, y al futuro con incertidumbre. “La situación de la agricultura y la ganadería está de pena; es asquerosa, necesitamos ayudas para poder seguir adelante con nuestras explotaciones”, opina Mariano.

Este proceso es un mero reflejo de los muchos problemas que conviven en la sociedad rural. Uno de estos es el envejecimiento de la población, que está especialmente vinculado con la negativa de los jóvenes a trabajar el campo. En este sentido Mariano considera que las nuevas generaciones tienen otras miras. “Hoy en día los chavales prefieren desempeñar un trabajo de ocho horas, porque es más cómodo. El campo –afirma–, es muy esclavo”. Esta atadura, que hace que los agricultores y ganaderos no se desvinculen casi ningún día de sus tareas, es el motivo por el que este ganadero abulense dice que «yo a los míos, si no cambian las cosas, los animaré a que no continúen con la explotación familiar, porque es un trabajo muy sufrido”.

Su pueblo es un claro ejemplo del proceso de despoblación y consecuente envejecimiento al que se encuentra sometido el medio rural. Hace unos años en Papatrigo convivían unos 600 vecinos; en las últimas décadas, esta cifra se ha reducido a la mitad. “El 90 por ciento de los habitantes han recibido ya la jubilación, y el resto –señala– nos dedicamos a la agricultura, a la ganadería o a las dos a la vez”. Mariano, como alcalde de su pueblo, asegura que esta disminución en el número de ciudadanos influye en la carencia de mejoras, y critica que por esta razón la Junta les ofrece menos ingresos y subvenciones.