Época de hacer leña, pero con precaución

La crisis económica y el elevado coste de la energía ha hecho que en muchos domicilios rurales se vuelva a utilizar la leña para el uso en cocinas, chimeneas y calefacciones

Comienza la época del año en la que en una buena parte de la región, sobre todo en las zonas de montaña y de monte bajo, se hace el acopio de leña para el consumo doméstico. No es esta una tarea agrícola, pero forma parte de la tradición rural y por tanto está muy vinculada al campo y a sus gentes. Posiblemente no exista otra forma más natural de proporcionar calor a las casas en el largo y frío invierno de Castilla y León, pero además suele ser también un calor barato, lo que no quiere decir que no sea costoso en trabajo.

Mucha de la leña que se corta y recoge para el invierno es de propiedad pública, de montes por lo general propiedad de la Junta Vecinal, y se adjudican mediante el procedimiento de “suertes” entre los vecinos del pueblo según establece la ordenanza regulador o simplemente la tradición y costumbre. La leña de encina es posiblemente la de más calidad y por tanto más demandada, pero no en todas las comarcas se produce y por tanto se recurre al roble, la leña de haya, a los árboles de ribera o incluso a los pinos. En los pueblos de Tierra de Campos, donde hay menos frío y también menos árboles para leña, tradicionalmente han arrojado “la gloria” de sus casas con sarmientos de las viñas o paja de cereales.

El aprovechamiento de los montes, públicos o privados, para extraer leña para consumo doméstico, está regulado por la Junta de Castilla y León. Esta labor requiere de una solicitud administrativa y su posterior autorización, trámite que en todo caso es más sencillo cuando se trata de aprovechamientos de escasa cuantía, inferiores a 10 metros cúbicos, ligados a usos domésticos y con menos incidencia sobre el entorno forestal.

La crisis económica que afecta a tantas familias de los pueblos de la Comunidad Autónoma, y el elevado coste de la electricidad, el gas y sobre todo el gasóleo, ha hecho que en muchos domicilios se vuelva a utilizar la leña para el uso en cocinas, chimeneas y calefacciones. Hasta finales de marzo, el ruido de las motosierras en el monte y los montones de leña a las puertas de las casas, seguirá siendo estampa habitual en muchos pueblos.

Con precaución

En general las máquinas manuales más empleadas en estos trabajos son la desbrozadora y la motosierra, herramientas que en este sector de actividad son las que producen un mayor número de accidentes graves. Por ello, incluimos aquí un interesante folleto editado por la Junta de Castilla y León, en el que se incluyen una serie de medidas preventivas en el manejo de desbrozadotas y motosierras. 

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