Castilla y León es la comunidad autónoma de España con mayor porcentaje de arrendamiento en las tierras agrícolas, concretamente el 41 por ciento de la superficie trabajada, frente a la media nacional, que es sólo del 27 por ciento. Para ASAJA, este

En total, en el año 1999 (censo agrario INE) figuraban 2.364.969 hectáreas arrendadas en la Comunidad Autónoma, frente a las 3.088.452 hectáreas en propiedad. En la última década, mientras que el porcentaje de superficie en propiedad había crecido sólo un 5,38 por ciento, la arrendada se incrementó en un 39,36 por ciento (unas 668.000 hectáreas). En contrapartida, las tierras agrícolas en propiedad en la región son el 53 por ciento, frente al 67 por ciento de España: un porcentaje que posiblemente se recortaría hasta menos del 40 por ciento si nos ciñéramos a la tierra en manos de agricultores profesionales o ATP.

Por provincias, los mayores porcentajes de arrendamiento se registran en Soria (52,56 por ciento), Burgos (50,57 por ciento) y Salamanca (44,73 por ciento), aunque todas superan más del 30 por ciento de fincas en renta.

Estas cifras contrastan con la media nacional de arrendamiento, 26,88 por ciento. Respecto a los datos de comunidades autónomas extensas de características similares a la nuestra, también presentan porcentajes menores de arrendamiento, como ocurre en Andalucía (sólo el 14,2 por ciento), Extremadura (26 por ciento), Aragón (26,5 por ciento) o Castilla-La Mancha (26,9 por ciento).

El problema que está detrás del elevado porcentaje de arrendamiento que existe en el campo de Castilla y León es que acarrea un coste añadido importante para el agricultor, que merma la rentabilidad de la explotación, más aún cuando año tras año ve cómo bajan los precios de los productos e incluso suben las penalizaciones en los que están sometidos a contingente. Aproximadamente, la renta anual por hectárea en la región ronda las 26.000 pesetas, lo que, multiplicado por las 2.364.969 hectáreas arrendadas, supondría un gasto anual para los agricultores de Castilla y León de unos 61.000 millones de pesetas (367 millones de euros).

Precios prohibitivos

Sin embargo, el mercado de la tierra es prácticamente inaccesible para los agricultores profesionales. Primero, porque apenas se oferta superficie; segundo, porque los precios son prohibitivos. En el primer punto repercute cierto componente cultural, ya que al agricultor que cesa le cuesta ceder sus fincas, y más desde que la PAC le proporciona una ayuda, aunque sea exigua. En el segundo punto, no se puede ignorar que en los últimos años los precios de la tierra se han disparado, y en buena parte debido a la irrupción de capitales de grandes grupos empresariales ajenos al sector que han visto en la tierra un modo de “blanquear” sus fondos.

Aunque se trata de un tema complejo, ASAJA entiende que sería importante el papel que podría desempeñar la Administración para favorecer la propiedad de la tierra entre los agricultores profesionales. El primer paso sería que la Consejería de Agricultura dotara de una forma importante una de las medidas comprendidas dentro de la línea de modernización y mejora de estructuras agrarias, la referida a la adecuación de la base territorial de las explotaciones.

Poco contrato escrito

Por último, hay que tener en cuenta que la mayor parte de los arrendamientos rústicos se fundamentan en contratos verbales o fórmulas muy precarias, y que escasamente un 5 por ciento están documentados por escrito. Tal como destaca ASAJA, “esa precariedad crea mucha inseguridad en el agricultor, puesto que el propietario puede rescindir el contrato de una campaña a otra por capricho o por intereses puntuales”. Otro dato curioso que se observa en el censo agrario es que Castilla y León es una de las regiones en la que la fórmula de la aparcería está más arraigada. En este contrato, verbal o escrito, el agricultor no abona renta alguna y se reparte con el propietario tanto los gastos derivados del cultivo de la tierra como los ingresos que de ella se deriven.

Superficie Agraria útil (SAU) según el régimen de tenencia

En Propiedad (ha)

En arrendamiento (ha)

SAU Total (ha)

1989

1999

1989

1999

1989

1999

Ávila

376.354

338.967

107.714

183.589

506.094

553.425

Burgos

406.164

373.256

310.863

440.849

756.884

871.822

León

243.989

411.745

157.827

252.109

443.981

691.169

Palencia

235.313

328.699

176.781

244.135

465.986

614.563

Salamanca

567.994

513.264

272.084

440.899

862.466

985.580

Segovia

196.815

240.633

143.799

154.171

355.319

413.817

Soria

213.712

212.957

209.983

247.655

439.674

471.190

Valladolid

345.853

346.116

180.033

220.170

573.093

609.230

Zamora

344.636

322.815

137.987

181.393

528.058

573.035

Castilla y León

2.930.830

3.088.452

1.697.071

2.364.969

4.931.555

5.783.831

ESPAÑA

17.929.461

17.632.290

4.901.455

7.073.199

24.750.506

26.316.787

Cánones de arrendamiento en Castilla y León según la utilización de la tierra (pts / ha)

Tierras de labor: secano

13.790

Tierras de labor: regadío

48.912

Prados naturales: secano

12.454

Prados naturales: regadío

18.627

Pastizales: secano

4.911

Frutales

87.857

Viñedo

43.310