Las organizaciones ASAJA y la Alianza UPA-COAG han encabezado una nueva protesta en la planta de Biocarburante de Babilafuente, denunciando la situación insostenible que atraviesa el sector agrícola debido a los elevados costes de producción, la competencia desleal de las importaciones y la especulación en los precios.

Hasta el lugar se desplazaron cientos de agricultores salmantinos, acompañados de varios tractores, formando una hilera a la entrada de la planta. Antes de las intervenciones de los representantes de las organizaciones agrarias, se desplegó una gran pancarta con un mensaje claro: «Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción».

Donaciano Dujo, presidente de ASAJA en Castilla y León, destacó que esta fue la cuarta manifestación del año agrícola frente a una empresa que procesó 550.000 toneladas de cereal anualmente, lo que representó aproximadamente el 10% de la producción de la comunidad. «La rentabilidad es muy baja o está totalmente rota», afirmó Dujo, subrayando que «no puede ser que hayamos mantenido el cereal a precios de hace 40 años y, sin embargo, los costes sean una barbaridad de 750 euros/ha». Según el presidente de ASAJA, con los precios de 200 euros por tonelada, los agricultores debían obtener entre 3.500 y 4.000 kilos por hectárea solo para cubrir costes.

Hace un año, este mismo lugar fue escenario de otra protesta en la que los agricultores exigieron la aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria, denunciando que la planta adquiría cereales por debajo del precio de producción. En la manifestación de ese lunes, ASAJA volvió a insistir en la necesidad de que se tomaran medidas urgentes para proteger al sector agrícola español.

Screenshot

Además de protestar contra los altos costes y la especulación, ASAJA reafirmó su oposición al acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, al considerar que perjudicaba gravemente a los productores locales. «Con esta concentración estamos diciendo no a las barbaridades del nuevo gobierno de los Estados Unidos. Hay que proteger la agricultura y la ganadería», manifestó Dujo.

ASAJA siguió exigiendo políticas que favorecieran al sector, incluyendo controles más estrictos a las importaciones, reducción de la carga fiscal y medidas que frenaran la especulación en la cadena de distribución. «Si no se toman decisiones urgentes, el campo español seguirá en una situación crítica», advirtieron desde la organización. Esta movilización en Babilafuente fue una de las muchas que ASAJA convocó recientemente en distintas partes del país para visibilizar las dificultades del sector y presionar a las administraciones para que actuaran en defensa de los agricultores españoles.