ASAJA Salamanca celebró ayer, 15 de mayo, la festividad de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, con una jornada que combinó la devoción, el compañerismo y la reivindicación en favor del mundo rural salmantino.

El acto central tuvo lugar en la Plaza de Colón, donde numerosos socios, agricultores, ganaderos y simpatizantes asistieron a la misa en honor al patrón. Durante la ceremonia, se pidió por el bienestar del campo salmantino, muy castigado en los últimos tiempos por la incertidumbre climática, la presión burocrática y los desequilibrios en el mercado.

En su intervención, el presidente de ASAJA Salamanca, Juan Luis Delgado, explicó que este año había pedido al Santo “una tregua en las lluvias”, necesaria para poder afrontar las preparaciones de cultivo, las siembras —con especial preocupación por la patata— y las recolecciones, como es el caso del forraje. “Hay sectores que están encantados”, afirmó, en alusión a la ganadería y los pastos, que se han beneficiado de las últimas precipitaciones. “En lo climatológico, no podemos pedirle muchos cambios”, añadió como balance general.

Sin embargo, el mensaje más contundente de Delgado fue una llamada de atención sobre la situación del cereal. “Producir cebada nos cuesta 240 euros la tonelada y su precio en el mercado es de 180. El sector está agonizando”, denunció. Por ello, pidió al patrón “un precio del cereal ajustado a los costes de producción”, y a las administraciones, “que se acuerden del campo”. Y advirtió: “Si no es así, pasará como en el Sur, donde el cereal prácticamente ha desaparecido”.

La jornada concluyó con un vino español de confraternización, donde los asistentes compartieron impresiones en un ambiente distendido, reafirmando el compromiso de la organización con la defensa de los intereses del campo salmantino y la necesidad de mantener vivas las tradiciones rurales como símbolo de identidad y resistencia.