Vida rural

Roque es un profesional del campo al cien por cien, porque tiene una explotación que exige atención continua: 900 ovejas castellana y 30 vacas charolesas de carne, más 150 hectáreas de secano.

Para Josué el campo no era un “plan B”, una alternativa después de desechar otras. “Se puede decir que soy un agricultor vocacional, la decisión de quedarme llegó sola, porque lo he vivido desde niño y siempre me ha gustado”, comenta.

Hace más de tres años que decidió dedicarse a lo que más le gusta: el campo, la agricultura y la ganadería.

Paco es un agricultor un poco atípico. Primero, dejó la remolacha hace ocho años, cuando nadie hacía demasiado caso de que el cultivo iba el retroceso. Segundo, no tiene “un poquito de todo”, sino que opta por casi un monocultivo de maíz. Tercero, “pasa” de tener el tractor más grande que el del vecino.

Lleva 37 años, desde los 16, dedicado a la agricultura y todavía le quedan muchos por delante. Siempre le había gustado el campo “y además era lo que veía en mi casa”, comenta, a diferencia de sus dos hijos, uno de 22 años y otro de 26 que no quieren seguir con la explotación.

Cerca de 1350 vehículos están catalogados como históricos en Castilla y León

Muchas gracias a todos los agricultores y ganaderos que dan la cara por su profesión y por su organización, su esfuerzo merece la pena.

En los meses de frío se multiplican los afectados por calefacciones con mala combustión, por eso Protección Civil recuerda las medidas de prevención que hay que tomar con los sistemas de calefacción.

“Desde pequeño me gustó el tractor, y aquí he seguido”, comenta Guillermo, aunque la explotación actual casi quintuplica la que heredó de sus padres. En cultivos, apuesta por las patatas, el maíz, la remolacha y los cereales, para ir compensando ganancias y pérdidas.

Todavía no ha cumplido los cincuenta y ya lleva 29 trabajando en el campo. Es un todo terreno del sector: ha trabajado con sus hermanos y solo; ha tenido regadío y secano; ha sido ganadero y agricultor...

Las ayudas a la vivienda rural pueden solicitarse hasta el 30 de junio. La línea pretende favorecer el asentamiento de habitantes en los pueblos.

María Elena ha hecho justo lo que dicen que las jóvenes de hoy no quieren hacer, alejarse de las luces de la ciudad y marchar a vivir a un pueblo.